Nuestro país supera los 100 mil registros de personas desaparecidas; tienen nombre, edad y una historia. Familiares que les buscan incansablemente con papeletas, lonas y compartiendo múltiples veces las fichas de desaparición en las redes sociales, son parte esencial en el proceso de búsqueda.
“Son Edmundo González Loza y su esposa Patricia Chagala Hernández. Desaparecieron hace 6 años, el 16 de abril de 2017. La fiscalía de Guerrero me ha dicho que los levantaron en Petaquillas, que los levantó la delincuencia organizada”, comentó María Loza López, habitante del Estado de México.
Una herida abierta que no cierra con el pasar de los años y de las administraciones.
Las personas de 25 a 29 años son las principales víctimas de la desaparición forzada; ya superan los 15 mil registros en la Comisión Nacional de Búsqueda.
El siguiente rango de edad de más desaparecidos y desaparecidas son los jóvenes de 20 a 24 años; hay 14 mil 700 personas de esa edad ausentes en sus casas. Y 13 mil 400 de entre 30 a 34 años también lo están. Colocado así, estos 3 rangos de edad son los de mayor vulnerabilidad.
Jalisco, Tamaulipas y Estado de México son las 3 entidades que superan las 10 mil personas desaparecidas.
Las denuncias de los familiares tienen un denominador común:
- Fiscalías locales coludidas con el narcotráfico o ineficientes
- Dilación en la búsqueda durante las primeras horas de la desaparición
- Falta de protocolos de búsqueda
- Falta de herramientas para la identificación de cuerpos
“Toda la información que yo he otorgado a la Fiscalía es por nuestra cuenta, toda, ellos no se mueven, información que llevamos, información qué es la que van incorporando los expedientes, porque ellos no se mueven para nada”, aseveró Teresa Sánchez, habitante de Jalisco.
Un crimen que vulnera los derechos humanos de las víctimas, entre ellos, el reconocimiento de la personalidad jurídica, a la libertad y seguridad, a la familia, la salud, a no ser sometidos a torturas, malos tratos, inhumanos, degradantes; incluso, privándoles de la vida.
“A mi sobrino lo desaparecieron el día 7 de noviembre de 2020, lamentablemente, nos informaron que lo encontraron sin vida el día 18 de noviembre de ese mismo año. A él lamentablemente no lo encontraron completo, porque las personas que le quitaron la vida lo seccionaron, al día de hoy, estamos buscando justicia para que el juicio se lleve a cabo, ya que la persona que le quitó la vida ha estado metiendo amparos y amparos para posponer el juicio”, dijo Carmen Delgado Ramírez, habitante del Estado de México.
Por eso, el llamado a la lucha, la conciencia y la escucha activa de autoridades y la sociedad, para generar políticas públicas que no solo reduzcan las cifras, sino que permitan la identificación de cuerpos en servicios forenses y que frenen el hostigamiento en contra de quienes día con día luchan por encontrar a sus desaparecidos.