Nacional

Personas privadas de la libertad de Cefereso 15, en Chiapas, inician huelga de hambre

Internos exigen se cumplan orden de CJF a autoridades penitenciarias contra tortura y crueldad; familiares denuncian incomunicación y piden intervención de CNDH

Alrededor de las 10 de la mañana, de este 4 de julio, personas internas en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), ubicado en Comaltitlán, Chiapas, iniciaron una huelga de hambre y de actividades, como protesta pacífica en contra del incumplimiento de autoridades penitenciarias  ante órdenes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Señalan a Ericka Adriana Tenopala Chaussee, directora general, como principal responsable del incumplimiento.

Desde el 2 de marzo, los internos ganaron un amparo colectivo que reconoció y exigió el cese inmediato de la tortura y de actos crueles, denigrantes e inhumanos, que ejercen las autoridades penitenciarias en  contra de los internos.

De acuerdo con una investigación por un medio internacional, hay 590 personas internas amparadas, de las cuales 193 están en Chiapas y son personas sin sentencia, falsos culpables, y personas que fueron torturadas en su detención y que cumplen condenas con vejaciones a sus derechos humanos, señala Guadalupe Lizárraga.

En entrevista con Once Noticias, la señora Demi “N”, cuyo nombre fue cambiado para resguardar su identidad, sumó a comprobar esta situación con el caso de su esposo, cuyas violaciones a sus derechos humanos se dan desde que fue trasladado a este centro penitenciario sin previa notificación.

El traslado fue durante la madrugada del 10 de mayo, desde el penal de Almoloya de Juárez, ubicado en el Estado de México, al Cefereso 15 en Chiapas. Junto a él, otras 70 personas que sin aviso previo y sin notificarles, ni a ellos ni a sus familiares, fueron reubicados.

“Se los llevaron de la noche a la mañana sin avisar, sin notificar a nadie. Fue en la madrugada. Cuando llegué al penal de Almoloya de Juárez ya no me permitieron la entrada, porque me dijeron que se habían llevado a mi familiar. Así como yo, otras 70 personas más, por eso queremos levantar la voz. La juez no da la cara, dice que ella ya verificó, por el lado de nosotros pedimos que los regresen al lugar donde estaban”, enfatizó Demi “N”.

Después del traslado, su esposo se comunicó con ella; ya habían pasado 24 días. Al preguntar sobre la tardanza de la llamada, su esposo le dijo que no podía decir nada, porque podían ser sometidos a tortura.  Su llamada duró apenas 10 minutos.

“Los internos tienen derecho a una llamada cada 8 días y duran 10 minutos, cuando marca ese tiempo cuelgan la llamada”, cuenta Demi “N”, al medio.

Hasta ahora sólo ha podido hablar con él 5 veces y en cada llamada pareciera que quiere decirle algo, aunque se muestra óptimo y animado, para “adaptarse” a la situación. Sin embargo, le ha dicho a Demi “N” que al interior hay amenazas y que los cuerpos de seguridad cometen tortura en contra de quienes denuncian.

Por eso Demi “N” reconoce, en los silencios de su esposo, un miedo que lo paraliza para contar todo lo que vive al interior.

Demi “N” denunció que los internos están incomunicados, que no hay atención médica; hay actos de tortura y que prevalece la falta de personal.

Conflicto laboral

En este centro penitenciario también resalta un conflicto al interior. Y es que el pasado 15 de junio, personas empleadas de este Cefereso pidieron la intervención del poder Ejecutivo, para solucionar un conflicto laboral en el que señalaron anomalías.

Denunciaron, entre otras cosas, que la directora, Erika Adriana Tenopala Chaussee, está ligada con despidos injustificados y la señalaron por actos de corrupción.

Por esta situación, tal como se lee en dicha carta, pidieron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, para “[castigar al]  general Martínez Castuera, coordinador general de los Ceferesos en el país, así como para Tenopala Chaussee y para Pablo Guillén Morales, director de seguridad del penal”.

¿Qué piden las familias e internos de Cefereso 15?

Por todo este panorama, tal como enfatizó Demi “N” es que los internos decidieron realizar esta protesta pacífica, “para que las autoridades del penal cumplan con los lineamientos que debe llevar la institución, porque los está rompiendo, y están violando los derechos humanos de los internos”.

En el caso de su esposo tiene una afectación en su columna, pero no ha sido atendido. “No hay área médica. Además les abran su correspondencia los de trabajo social y si lleva contenido ‘no apto’, les rompen la carta en su cara”, dijo Demi “N”.

Por lo que Demi observa, las denuncias de los familiares y de los internos se sintetizan en falta de atención médica, espacios de visita insalubres, negativa de acceso a amistades y familiares en zonas de visita, alimentos en descomposición, así como el maltrato por los cuerpos de seguridad y custodia.

“Pedimos que asista la Comisión de Derechos Humanos, para que vean los abusos que cometen, para que vean cuál es la situación y circunstancias. […] Queremos que atiendan las peticiones de nuestros familiares y que se nos permita verlos, que los atiendan medicamente. También que revisen la comida [que está en mal estado]. Que nos permitan pasar a verlos, porque los tienen incomunicados”, denunció del otro lado del auricular Demi “N” a Once Noticias”.

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