“Necesitamos modificar nuestro sistema de vida y de producción y más de alimentos. Estamos cada vez más bombardeados por lo fácil, lo que no cueste sudor. Eso repercute en la salud”, así considera Nicolás que debería ser el sector alimentario, pues en estas nuevas generaciones, los jóvenes deben cambiar su forma de pensar y ver su alimentación, buscar la agroecología.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, los sistemas agroalimentarios basados en los “paquetes tecnológicos” de agroquímicos, si bien generan grandes volúmenes de alimentos a los mercados mundiales, lo hacen a costa de la deforestación, la degradación y agotamiento de los suelos, la contaminación ambiental, el uso excesivo de agua, y la pérdida de biodiversidad.
De esta manera, la agroecología se presenta como una alternativa con un enfoque integrado. Se trata de aplicar conceptos y principios ecológicos y sociales al diseño y gestión de los sistemas alimentarios y agrícolas. El objetivo es optimizar las interacciones entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio ambiente para lograr un sistema alimentario justo y sostenible.
Se trata de una visión integral entre la ecología y los aspectos sociales para poner en marcha innovaciones agroalimentarias con respeto al medio ambiente, y con impulso a la autonomía de los productores.
Los productores son el sujeto de la agroecología, pues ellos se apropian del conocimiento y realizan la transición al ritmo que ellos deciden; van gradualmente abandonando agroquímicos y asumiendo prácticas sustentables, con base en sus propios tiempos.
Este planteamiento agroalimentario defiende la agrobiodiversidad. Limita el uso de agroquímicos, por su contaminación y destrucción del ambiente, así como al excesivo e inadecuado uso de la mecanización.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agroecología es esencial para una alimentación y agricultura sostenibles y saludables, y se compone de 10 elementos:
- Diversidad
- Creación conjunta e intercambio de conocimientos
- Sinergias
- Eficiencia
- Reciclaje
- Resiliencia
- Valores humanos y sociales
- Cultura y tradiciones alimentarias
- Gobernanza responsable
- Economía circular y solidaria
Como parte de esto, Nicolás Antonio Piña Páez, productor de maíces criollos en el ejido San Miguel Zapotitlán, municipio Ahome, Sinaloa, participa en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar (PpB).
¿Qué es el EAT?
En 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOI) el decreto presidencial que limita el uso de glifosato y de maíz transgénico. A partir de ello, el PpB ha llevado a cabo diferentes acciones para conseguirlo.
Tal es el caso de la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT), la cual brinda acompañamiento técnico a productores de pequeña escala de maíz, frijol, otros granos, milpa, chía, amaranto, café, caña de azúcar, cacao, miel de abeja y leche, para lograr la transición agroecológica.
El acompañamiento técnico se da por medio de capacitaciones (cursos, talleres para elaboración y uso de bioinsumos que sustituyen agroquímicos de manera gradual), y de intercambio de conocimientos y experiencias entre productores, técnicos agroecológicos y sociales y científicos, así como reflexiones sobre cómo producir de manera sustentable, respetando el medio ambiente, los recursos naturales, y la salud de los consumidores.
La operación de la EAT parte de la constitución de equipos conformados por técnicos agroecológicos y sociales, quienes son organizados por un coordinador territorial.
La tarea de estos equipos multidisciplinarios es establecer escuelas de campo (ECAs), que son parcelas propiedad de los propios productores, en donde se llevan a cabo prácticas agroecológicas, cursos, talleres y elaboración y aplicación de bioinsumos y se establece la relación estrecha entre productores y técnicos.
Escuelas de campo
Estas escuelas son espacios en donde grupos de productores comparten saberes, formación y aprendizaje para el desarrollo de una agroecología de conocimientos integrados. Se aprovecha la sabiduría campesina, heredada por generaciones y se complementa con el conocimiento científico moderno.
Este enfoque de producción depende de las condiciones específicas de cada contexto, por lo que es adaptable a cada entorno ambiental, social, económico, cultural y político. Y la creación conjunta y el intercambio de conocimientos desempeñan un papel fundamental en el proceso de elaboración y puesta en marcha de innovaciones agroecológicas con miras a abordar los desafíos de los sistemas alimentarios, en particular la adaptación al cambio climático.
En las Escuelas de Campo del programa Producción para el Bienestar productoras y productores, quienes constituyen un espacio para compartir saberes, de formación y aprendizaje, impulsan el desarrollo de una agroecología de conocimientos integrados, para mejorar los rendimientos de sus cultivos.
Con el nuevo paradigma de transición agroecológica, propio del actuar del Gobierno de México, se considera el acompañamiento técnico brindado por PpB como un servicio público y un derecho de productoras y productores, con respeto al conocimiento campesino transmitido por generaciones.