Un oso rescatado en el Parque Nacional Cumbres, de Monterrey, se encuentra en una unidad de manejo de vida silvestre en Pachuca, Hidalgo, donde recibe atención veterinaria de alta especialidad, informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Este ejemplar fue rescatado hace diez días por personal de esa dependencia, luego de que circularan en redes imágenes del osezno, seriamente afectado en sus extremidades posteriores tras ser herido de bala.
A su llegada a Pachuca, el oso de 7 meses se reportó como reactivo, aceptando alimentos y agua por voluntad propia.
Le fue realizada la limpieza de sus extremidades posteriores, valoración de lesiones y se aplicaron exosomas, así como plaquetas de placenta parénquimales y una matriz de fibrilina buscando con esto la regeneración de la piel y músculo que fue dañado por el arrastre que realizo el ejemplar antes de ser capturado.
Profepa indicó que, hasta ahora, se le han practicado estudios de sangre, ortopédicos de respuesta de sensibilidad, y permanece en espera del expediente completo.
Por otra parte, la Profepa informó que ya interpuso la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de quien o quienes resulten responsables de la comisión de ilícitos ambientales en la materia.
Estos podrían ser acreedores a sanciones administrativas y penales, entre las que destacan una multa de hasta siete millones de pesos y una pena de hasta nueve años de prisión.
Profepa destacó que la especie de oso negro americano se distribuye en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y se encuentra protegido por las leyes mexicanas, pues sus tendencias poblacionales están a la baja por la pérdida de su hábitat y la cacería.
“La procuración del bienestar y la preservación de la vida silvestre son prioridad para la Procuraduría y agotará todos los medios posibles para garantizar un trato digno y respetuoso de la vida silvestre”, subrayó.