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¿Qué actividades y retos enfrenta un cuidador de salud?

La responsabilidad es de las familias, pero también de los gobiernos. 

Cuidador de salud ayuda a una persona que necesita asistencia para cuidarse. Quien necesita apoyo puede ser un niño, adulto o una persona mayor. Es posible que requiera cuidados debido a una lesión, enfermedad crónica o discapacidad.

Alimentar, dar medicamentos, cambiar ropa de cama, pañales, vigilar signos vitales y más, preservan el bienestar de una persona que, por alguna razón, no puede cuidar de si misma. 

“¿A quiénes se les ha llamado cuidadoras? precisamente, somos estas mujeres que tenemos bajo nuestra responsabilidad a estas personas, que por su condición de vida, etapa de vida o diagnóstico, requieren el cuidado de otra persona, muchas veces 24 horas al día, siete días por semana”, dijo Margarita Garfías, activista por los derechos de las personas con discapacidad y sus cuidadoras, y el acceso al cannabis medicinal. 

Y agregó: “en su mayoría somos mujeres las que hacemos este papel, cada vez hay más hombres pero, todavía no superan en número a las mujeres que realizamos este tipo de trabajo”. 

Mishel es madre de Zoé, una niña de cuatro años que nació a los seis meses de gestación, debido a un embarazo gemelar que se complicó. La niña sobrevivió, pero con diversos problemas de salud. 

“Estuvo 3 meses en terapia intensiva y le dio de todo, choque séptico, paro cardiorespiratorio, estuvo intubada desde el segundo día de nacida, eso le género broncodisplasia pulmonar, sus pulmones estaban demasiado inmaduros, le dio un derrame cerebral grado 3, qué eso le originó leucomalacia y de hecho por eso es el retraso en el neurodesarrollo, ella no se sienta, no habla, no sostiene la cabeza”, explicó Mishel Fernández, mamá y cuidadora de Zoé. 

Van y vienen del hospital, con oxígeno. La pequeña Zoé ha sido sometida a diversos procesos médicos. Mishel cuida a Zoé toda la semana, su esposo acude a la hora de la comida y cuida de ella también los fines de semana. 

“Todo eso me conlleva a mí a estar todo el tiempo con ella, todo el tiempo, en el hospital tienes que estar 24/7. Dejé de trabajar, trabajaba en una financiera, aportaba a la casa, estábamos mucho mejor económicamente; ya no puedo trabajar por la condición de mi hija, ella necesita cuidados ya”, comentó Mishel. 

La responsabilidad es de las familias, pero también de los gobiernos. 

“Se dan en los hogares, muchas veces, porque el sistema de salud los ha trasladado a los hogares, es decir, atender las diálisis, atender personas con Alzheimer, con parkinson, con parálisis cerebral, que hay que nebulizarlas, que hay que aspirarlas”, sostuvo Margarita Garfías. 

Descuidan su vida por cuidar la de otra persona: 

“Desapareces, desapareces, porque incluso, ya no queda el tiempo para el autocuidado, ya no queda el tiempo para seguir o continuar tu proyecto de vida”. 

Mishel Fernández mencionó: “yo ya no salgo, ya no tengo amigos, mis amigos son de hablar por teléfono y ya de convivir pues ya no, se acaba”. 

Y a otros seres queridos. 

“También tengo un niño de 10 años, ya cumplió 11 y desde que ellas nacieron, prácticamente, pues lo abandoné, porque la niña requiere que uno esté ahí y el niño, no puedo estar con él, es como un doble dolor”, apuntó Mishel Fernández. 

Aprendiendo por prueba y error, ante la falta de capacitación. 

“Te dicen ah bueno hay que alimentar por sonda con 28 onzas cada 4 horas y tú cómo sea, lo haces, nadie te da la capacitación”, enfatizó. 

La tarea se facilitaría contando con instrumentos y conocimientos necesarios. 

“Sí nosotras tuviéramos todos los medicamentos, toda la capacitación; ya sea en el IMSS en el ISSSTE, en el Insabi, ahora va a transitar a IMSS Bienestar, pues sería para nosotras menos estresante y menos frustrante todo este trabajo”, dijo Margarita. 

Añadió: “incluso camas tipos hospitalarias, sillas para ducha, tener monitores para no estar ahí al lado de nuestro hijo durmiendo agarrándole el piecito para ver si no convulsiona, no sé, necesitan muchas cosas”. 

Un trabajo que merma física y mentalmente… 

La labor de las personas cuidadoras aún no es reconocida por autoridades, sin embargo, muchas más personas, como Mishel y Margarita esperan un apoyo integral, físico, psicológico, económico y moral. 

“Cuando ya caíste en este círculo de transferirse estos cuidados como para salir del bache, una transferencia económica, el acompañamiento psicológico, el acompañamiento médico”, manifestó Margarita Garfías. 

“Como yo estaba acostumbrada a trabajar, percibía un sueldo, los gastos se aminoraban con dos sueldos, pero con uno ya es más difícil, y tú sabes, tener un enfermo en casa es mucho gasto, en todos los aspectos y económicamente más”, puntualizó Mishel Fernández. 

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