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Regalan salón móvil a maestra que daba lecciones desde camioneta

Cuando la vocación por enseñar es profunda y la docencia más que una profesión es una pasión, no hay obstáculos para cumplir con esta noble labor.

 

Ejemplo de ello es Nallely Esparza, maestra de educación especial del municipio de Calvillo, Aguascalientes, quien ante el cierre de planteles por la pandemia y la preocupación por saber realmente qué tanto estaban aprendiendo a distancia sus alumnos, que tienen alguna discapacidad, decidió darles clases casa por casa, a bordo de su vieja camioneta.

 

En conjunto con mi esposo, él fue el de la idea; él me vio estresada realmente, de cómo ir a evaluarlos, cómo saber que están aprendiendo y me dio la idea de poner una mesita, nosotros no con la intención de hacer un aula móvil, sino una mesita, unas sillitas y vamos”, Nallely Esparza.

 

A sus alumnos les encantó la idea.

 

Los niños estaban felices, porque el hecho de no vernos en meses y poder estar juntos, poder volver a tener una clase con su maestra, ellos estaban encantados”, agregó.

 

Una foto de Nallely mientras daba clase a sus alumnos fue subida a las redes sociales y pronto se volvió viral.

 

 

Una de mis compañeras me dice oye, sabes qué ¿puedo compartirla en Facebook? Le digo pues sí está bien pero como para qué y dice es que hay que reconocer la labor, porque se habla mucho de los maestros, entonces para que sea el lado positivo, y ya de ahí empezó”, añadió Esparza.

 

Al enterarse de su noble labor, la empresa automotriz Nissan decidió apoyar a esta comprometida maestra. La contactó y le obsequió una camioneta nueva, pero acondicionada como un aula móvil, que le permite dar clases de forma más cómoda y segura.

 

Mira, tiene un locker en donde están todos los materiales que ocupo. Yo tengo mi propia puerta en la que yo subo, y los niños se suben por las escaleras que es por la parte de enfrente está este vinil que se pone entre ellos y yo y ya no existe ese contacto tanto”, comentó la maestra.

 

Con su nueva aula móvil, los alumnos esperan con más emoción, la próxima visita de su maestra.

 

Los niños están encantados porque llegan y dicen ay, es que es mi salón, entonces llegan y se sientan con la confianza de que es su salón, ponen sus cosas, sus útiles escolares entonces se me hace muy, muy práctico”, puntualizó.

 

Nallely, dice que aprendió una lección: con pequeñas acciones, podemos hacer una gran diferencia.

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