Este jueves, los ocho militares implicados en el caso Ayotzinapa regresaron al Campo Militar Número Uno “A” en Ciudad de México, pero ahora como presuntos responsables del delito de delincuencia organizada. La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo nuevas órdenes de aprehensión contra estos militares.
El abogado Alejandro Robledo y fuentes judiciales confirmaron que, después de la reaprehensión de tres efectivos al mediodía, los otros cinco militares restantes se presentaron y entregaron voluntariamente por la tarde, poniéndose a disposición del Ministerio Público Federal.
La FGR obtuvo estas nuevas órdenes de aprehensión después de que la semana pasada un juez federal cambiara la medida cautelar de prisión preventiva, permitiendo que los militares enfrentaran su proceso penal en libertad.
La defensa de los elementos castrenses informó que personal de la FGR cumplimentó las órdenes de aprehensión contra tres de los ocho efectivos, acusándolos ahora del delito de delincuencia organizada. La reaprehensión de estos primeros tres militares se llevó a cabo cerca del mediodía.
Los cinco restantes fueron presentados por la propia defensa ante el juez que libró las nuevas órdenes de aprehensión, a la espera de ser informados sobre las nuevas imputaciones de la FGR.
Según las investigaciones de la FGR, un testigo protegido señaló que los militares colaboraban con el Cártel de “Guerreros Unidos”, el grupo criminal acusado de participar directamente en la desaparición de los normalistas en 2014. Los ocho militares que ya enfrentaban su proceso penal en libertad son: Gustavo “R”, Omar “T”, Juan Andrés “F”, Ramiro “M”, Roberto “D”, Eloy “E”, Uri Yashiel “R” y Juan “S”.