Las y los rescatistas “Topos” están listos para cualquier día lleno de imprevistos: accidentes en la carretera, cerros desgajados, árboles que cortar, curaciones por realizar y piedras gigantes que retirar; hoy en Acapulco, Guerrero.
Se arrastran entre escombros y tierra; acceden por estrechos lugares en busca de personas atrapadas o cuerpos ya sin vida, tras el paso del huracán “Otis”.
En los primeros días nos hemos dedicado a abrir accesos de las calles principales para que pueda llegar el apoyo, lo que son despensas, víveres o que entre la Sedena, porque lamentablemente es una frustración de la gente local que no se dan abasto”, comentó Delmer Giovanni Ascencio Melchor, rescatista Topo
Y si los picos, palas y dedicación de estos personajes no fueran suficiente, cuentan con “Mali”, una pastor belga entrenada para localizar seres humanos.
Este jueves, las y los brigadistas de rescate subieron por empinadas calles, hasta llegar a donde ningún otro auxilio se había presentado, para atender reportes de que había personas atrapadas en una vivienda sepultada por piedras y arena.
Desde que pasó el fenómeno, diario, diario, diario, pero trabajamos en brigadas, hoy fuimos a desenterrar una camioneta en aquella altura, la tenía un poste y ya la liberamos, pero hemos hecho más acciones”, agregó Tiburcio Albarrán González, afectado.
Los Topos son voluntarios de todas partes del país, su única intención es tenderle una mano a quien la necesita.
La solidaridad es muy importante, la empatía con la gente, independientemente de cualquier ideología política, cualquier situación que se dé, siempre hemos salido adelante”, Héctor Méndez, fundador de Topos.