Analistas políticos consideran que, a lo largo de 110 años, en el país hay dos momentos fundamentales que modernizaron la vida democrática del país, en materia electoral.
La primera fue en 1912 cuando Francisco I. Madero lanzó una iniciativa para dar inicio al sistema de voto directo.
La segunda es la revocación de mandato, una figura democrática que se aprobó en 2019, impulsada desde el ejecutivo, a través de una reforma constitucional, para que la ciudadanía elija si un funcionario electo continúa o no su mandato.
“En 110 años hay dos momentos de reforma constitucional de materia electoral que van a modernizar la vida democrática del país. […] participación política en el país […] son instrumentos que en toda la historia electoral son definitivos”, indicó Álvaro Arreola, analista político, en una mesa de reflexión, que organizó el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), sobre la jornada de revocación de mandato.
Arreola subraya que en un primer momento el voto directo modernizó la democracia porque antes existían intermediarios, entre ciudadanía y elecciones, para elegir a representantes políticos en distintos niveles –municipales, estatales y federales–. Era un sistema de voto indirecto:
“Entre 1824 y 1910 ese era el sistema, era un sistema de voto indirecto, es decir, que había un intermediario entre ciudadano y gobernante”.
Por su parte, el especialista enfatizó que la revocación es un instrumento de modernización democrática, porque desde 1917 hasta antes de ese instrumento en el país prevalecían reformas que no valoraban el ejercicio del poder.
“Estamos ante un escenario electoral en el que el gobernante se tendrá que enfrentar, a partir de hoy, a este ejercicio ciudadano donde el mandato representativo ya no va a ser único, es el mandato imperativo que se debe ajustar a lo que prometió […] esto es algo histórico y fundamental. En 100 años no habíamos visto esto, por eso va a ser histórico, a partir de hoy, la revocación”, precisó Álvaro Arreola.
Asimismo, la analista Meme Yamel dijo que la jornada de revocación electoral llama a la ciudadanía a involucrarse en el ejercicio democrático, pero que aún prevalece la apatía.
“Estamos hablando de una población que requiere un acceso más cercano a la democracia. Curiosamente la democracia es nuestra y no hemos accedido plenamente a ella. La apatía ha sido constantemente, el abstencionismo ha sido constantemente el mayor enemigo en todo proceso electoral, porque hay ciudadanía que no le interesa y no se involucra, pero hay gente que no conoce a profundidad esto”.
Yemel señaló que un papel importante para generar esa apatía es el sabotaje que proviene de funcionarios electorales: “el sabotaje ha venido desde el propio órgano electoral y no solamente en este proceso de revocación sino en prácticamente en todas las elecciones”.
Ambos analistas coincidieron en que la revocación de mandato está por sobre intereses partidistas y de consejeros, y que resalta debido a un ejercicio en donde el papel fundamental lo tiene la ciudadanía, un festín de la democracia.