La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México se convirtió este sábado en el epicentro de la fe y el recuerdo, al albergar la misa en honor al Papa Francisco, quien falleció recientemente en Roma.
Cientos de fieles se congregaron para rendirle homenaje en un acto cargado de emotividad.
Durante la ceremonia, los asistentes coincidieron en destacar la humildad, cercanía y legado que dejó el pontífice, recordando especialmente su histórica visita a México en 2016, que marcó profundamente a la comunidad católica.
Fieles destacan su humildad y cercanía
Georgina, una de las asistentes, expresó que la misa fue “para celebrar lo que hizo el Papa Francisco”, reconociendo su legado de trabajo y servicio.
Por su parte, Dulce mencionó que era “muy querido por toda la gente” y que el homenaje era una manera justa de recordarlo.
Annie también subrayó la importancia de su figura: “Hizo mucho a lo largo de su carrera papal, abrió las puertas de la Iglesia a muchos”, en referencia a su apoyo a comunidades tradicionalmente excluidas, como la comunidad LGBT.
Héctor Hernández relató su experiencia personal en 2016 durante la visita papal a Morelia, calificándola como “una experiencia increíble” y resaltando la bondad y espontaneidad que caracterizaban al pontífice.
Durante la homilía, monseñor Acero Pérez exhortó a los fieles a seguir el ejemplo del Papa Francisco, particularmente en el contexto actual de violencia y desigualdad.
“Llevémoslo a la vida cotidiana con gestos de paz, obras de reconciliación, de compasión y acciones de justicia en medio de las desigualdades”, señaló en su emotivo mensaje.
La misa fue un llamado a mantener vivo el legado de fraternidad y amor que caracterizó el papado de Francisco, en un momento en el que el mundo enfrenta desafíos urgentes.