
La historia de Ricardo Salinas Pliego no puede entenderse sólo como la de un empresario visionario que supo diversificar en televisión, banca, telecomunicaciones y energía.
Su ascenso está íntimamente ligado a los distintos Gobiernos Federales que, a lo largo de tres décadas, le otorgaron concesiones estratégicas, contratos y facilidades regulatorias.
Cada sexenio representó una nueva oportunidad, desde la privatización de la televisión en los años noventa, hasta los programas sociales que se dispersaron a través del Banco Azteca.
Su fortuna, que lo coloca entre los hombres más ricos de México, no se construyó únicamente a base de riesgo empresarial, sino también de una relación constante, y muchas veces polémica, con el poder político.
Así fue como consiguió el primer gran negocio millonario de su carrera como empresario: Tv Azteca, televisora antiguamente del Estado, que obtuvo gracias a estas relaciones de poder.
Han repetido hasta el cansancio que yo no quiero pagarle al @SATMX.
— Don Ricardo Salinas Pliego (@RicardoBSalinas) September 22, 2025
Los gobiernicolas acusan, juzgan y sentencian que YO les debo impuestos para intentar silenciarme. Pero ellos saben perfectamente que ¡YO NO LES DEBO NI UN PESO!
Lo que sí existen son juicios pendientes sobre…
El empresario no sólo incursionó en los medios de comunicación gracias a sus relaciones con el poder, en el siguiente sexenio, con Ernesto Zedillo obtuvo la concesión en materia de telecomunicaciones, para operar líneas telefónicas, que hoy es su empresa proveedora de televisión, internet y telefonía, Total Play.
Durante los sexenios de Vicente Vox y Felipe Calderón, ambos gobiernos dieron las facilidades para que Salinas Pliego operará esta red de telefonía, incluso prestando la infraestructura del Estado para beneficio del empresario.
También durante este período entró en el negocio bancario, con Banco Azteca, con el respaldo del gobierno de Vicente Fox.
Con la reforma energética, empresas de su conglomerado como grupo Dragón obtuvieron concesiones en generación de energías renovables, eólica y geotermia. Este grupo fue vinculado en investigaciones sobre contratos públicos y operaciones como el caso Fertinal – Petróleos Mexicanos (Pemex), que evidenciaron los lazos entre negocios y decisiones estatales en el sexenio.
En poco más de treinta años, Ricardo Salinas Pliego pasó de heredar una cadena de tiendas a convertirse en uno de los empresarios más influyentes de México.
La televisión, la banca popular, las telecomunicaciones y la energía son las columnas visibles de su imperio, pero detrás de cada una hay una constante: concesiones, contratos y decisiones tomadas en los pinos y en palacio nacional.
Su fortuna, calculada en miles de millones de dólares, es también el reflejo de cómo la cercanía con el poder político ha sido, en México, una de las inversiones más seguras.