Nacional

Sector agrícola de Guerrero afectado tras el paso de “Otis”

En Coyuca de Benítez se han quedado sin trabajo alrededor de cinco mil campesinos por las afectaciones a la siembra y cosecha.

El huracán “Otis” no solo dejó afectaciones en viviendas, infraestructura urbana y el sector turístico, este último, principal fuente de ingresos de la entidad, sino también en el sector agrícola.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el estado de Guerrero es el primer productor nacional de coco con más del 80% y uno de cada cinco mangos proviene de estas tierras, además de ocupar el segundo lugar en producción de ajonjolí y el tercero en melón y cacao, y más de la mitad del suelo agrícola se destina al cultivo del maíz.

En Coyuca de Benítez se han quedado sin trabajo alrededor de cinco mil campesinos por las afectaciones a la siembra y cosecha.

“Aquí en Coyuca de Benítez es la producción del mango, llega a partir de febrero, si usted recorre las huertas de mango están destruidas, Viveros, mangos, el maíz, todo el cultivo se echó a perder con esta lluvia, nos quejábamos que toda la temporada no llovió, pero nos cayó toda la lluvia de la temporada en un solo rato”, dijo Jorge Balanzar, habitante de Coyuca de Benítez.

Se estima que cada año se producen más de 360 mil toneladas de mango en sus distintas variedades, como el ataúlfo, petacón y manila, con un valor de mil 526 millones de pesos.

Dicen que este lugar era una sucursal del paraíso.

 “Era bonito, de este lado había muchos árboles de mango, coco, todo esto era un bambú, es todo lo que dejó y aquí ya no hay árboles de mango. ¿Era como un paraíso? Si, ahora todo es tristeza”, señaló Laura Chávez, habitante.

Gloria, quien tiene huertas de mango y coco, sigue impactada tras el paso del huracán.

 “Hay mangos, había mangos y palmas de coco, pero ustedes van a mirar de qué todo el mango lo tiro, las palmas se van a morir porque les dio en el “cohoyo “, el coco se les está cayendo, entonces yo creo que definitivamente esas palmas ya no van a servir, se van a morir”, afirmó la comerciante Gloria Luz Martínez.

Los cocos tirados se mezclan con el lodo que permanece en el lugar y Gloria no sabe cómo levantarse emocionalmente.

El Rio Nanciapan, en Coyuca de Benítez, sus pobladores también lo conocen como río Chiquillo, con la crecida de este caudal se afectaron todos los manglares que había en la zona, dejando sin trabajo a más de cinco mil personas que se dedicaban a la cosecha de mango, chile, hortalizas y también el coco” agregó Gloria.

Otro caso es el de Luis Antonio y sus hermanos, que hoy hacen filas entre el lodo para recibir un poco de alimento.  

 “Nosotros somos tumbadores de coco, pero ahorita no hay jale y por eso mismo venimos aquí pues, para conseguir para la papa. Pues hemos comido comida, pero somos tumbadores de coco y de ahí nos manteníamos, pero como pasó el ciclón, ya ves las palmas cómo las dejo, todas las quebró casi”, concluyó Luis Antonio, cortador de cocos.

Los habitantes de Coyuca de Benítez ya fueron censados por la Secretaría del Bienestar y esperan que pronto fluyan lo recursos que les ayuden a recuperarse.

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