El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, informó que un elemento militar que disparó a un hombre guatemalteco en una área de reten en Motozintla, Chiapas, se encuentra a disposición del Ministerio Público Federal.
Llega un vehículo con tres personas, se detiene antes del punto del personal militar, se echa de reversa y hay una reacción errónea del personal militar, porque no hubo una agresión con arma de fuego, pero uno de nuestros elementos hace algunos disparos donde hiere a uno de los civiles que iban en el vehículo. Eran tres personas las que iban en ese vehículo. El herido desafortunadamente pierde la vida”, explicó Luis Cresencio Sandoval.
Señaló que posteriormente un grupo de 300 personas, entre pobladores y personas identificadas de origen guatemalteco, llegaron al lugar y agredieron al personal militar, donde retienen a 15 elementos.
En Palacio Nacional, Luis Cresencio Sandoval, explicó que tras diálogos con autoridades ministeriales, se liberó la tarde ayer a nueve elementos y durante la madrugada de este martes, a otros seis.
Se libera a los elementos, se entregan las armas, y los vehículos. Se llega a un acuerdo de reparación económica. A las 3 de la mañana fue liberado el personal, ya estaba ahí el ministerio público”, declaró Luis Cresencio Sandoval.
Este incidente ocurre dos días después de la muerte de una ciudadana salvadoreña en Tulum, en Quintana Roo, tras ser sometida por cuatro policías mexicanos.
Vía Twitter, el canciller de Guatemala, Pedro Brolo, exigió a las autoridades mexicanas esclarecer los crímenes cometidos contra sus connacionales, “para que se haga justicia y estos hechos condenables no vuelvan a repetirse”.
Con ese comentario, el diplomático aludió también al asesinato en enero de 16 migrantes de su país en Tamaulipas, cerca de la frontera estadounidense, un caso por el que hay una docena de policías mexicanos detenidos.
Los gobiernos de México y Guatemala lanzaron el fin de semana un operativo conjunto en la frontera común con militares y policías para frenar las caravanas de migrantes que aspiran a llegar a Estados Unidos.
El Gobierno mexicano dijo en ese momento que los operativos de vigilancia permanecerían las 24 horas en la totalidad de la frontera sur de México, así como en carreteras, trenes de carga y caminos, para “mantener un flujo migratorio regular, además de las medidas sanitarias por COVID-19”.