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Sedena y Sader comienzan estimulación de lluvias en Nuevo León y Tamaulipas

El operativo consiste en liberar, moléculas de yoduro de plata desde una aeronave sobre las nubes para propiciar la lluvia

La secretarías de la Defensa Nacional y Agricultura pusieron en marcha la estimulación de lluvias para mitigar los efectos del desabasto de agua de la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León, y en el distrito de riego de Bajo Río Bravo, Tamaulipas.

El operativo, puesto en marcha por primera vez en México el año pasado, consiste en liberar, moléculas de yoduro de plata desde una  aeronave sobre las nubes para propiciar la lluvia.

Durante los próximos 15 días se generarán las lluvias para proveer agua a las presas del estado y poder combatir los incendios que desde hace tres semanas han afectado 4 mil 300 hectáreas de la Sierra de Santiago, Nuevo León.

Desde la base aérea militar 14 de Apodaca, la Fuerza Aérea emprendió los vuelos mediante los cuales un equipo de técnicos realiza el operativo.

La Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) explicó que la medida compensará el déficit causado por el pago de agua a Estados Unidos en septiembre del 2021 de acuerdo al tratado de aguas entre ambos países.

Actualmente la zona metropolitana de Monterrey pasa por un período crítico en materia de suministro de agua para la población, por lo que se toman diversas acciones en materia de ahorro y consumo, así como intercambio del líquido con sectores productivos.

No son los únicos estados donde se utiliza esta tecnología contra la sequía.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que también en Sonora y Baja California operan con éxito 10 vuelos para propiciar lluvias.

En la primera entidad se han realizado operaciones aéreas en una superficie acumulada de 55 mil 230 kilómetros cuadrados, mientras que en la segunda se tiene una superficie acumulada de áreas tratadas de 93 mil 420 kilómetros cuadrados.

Los principales beneficiados con el proyecto son los productores ganaderos de la región, ya que los escurrimientos favorecen la presencia de hierba y posibilitan la cosecha de cebada, alimento de los animales.

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