Hace apenas tres años este vaso regulador, ubicado entre Teoloyucan y Zumpango, en el Estado de México, era un punto de encuentro para cientos de familias mexiquenses. Hoy se ha convertido en laguna seca.
Pero esta problemática se trata de una crónica anunciada: la del abandono e ineficiente gestión de aguas residuales que llegan al Estado de México, porque la Laguna de Zumpango recibe aguas residuales y cada vez menos aguas pluviales.
El paisaje es desolador, característico de la sequía: grietas profundas en la tierra, restos de basura y embarcaciones abandonadas sobre restos de lirios acuáticos que se quemaron el pasado 12 de febrero.
Este evento ha ido sumando impactos, uno de ellos, la economía local que se beneficiaba de servicios ecoturísticos y, para los cuales, el Gobierno municipal mandó construir locales que lucen en total abandono.
“Muchos empleos se han perdido porque recordaremos que cuando estaba la laguna había comercios de punta a punta. Entonces, al no haber agua la gente deja de venir. Muchas familias se quedaron desempleadas”, asegura uno de los habitantes y comerciantes de la laguna.
Así también en las familias mexiquenses.
“Pues sí, hay muchísimos recuerdos de este cuerpo de agua. Se tiene que rescatar, no es la primera vez que se presenta en estas condiciones, pero pues justo nos toca a la sociedad civil, a las autoridades, hacer un llamado enérgico”, comentó Liz, habitante de Zumpango y activista.
La Laguna de Zumpango fue declarada, desde 2003, bajo la administración del priista Arturo Montiel, Parque Estatal para la Protección y Fomento del Santuario del Agua Laguna de Zumpango, a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Zumpango ya no es uno de los cinco lagos de la antigua Cuenca del Valle de México, como recuerda Alejandro, cronista de este lugar. Se trata de una laguna artificial que se construyó para contener las aguas provenientes de Ciudad de México, que al sufrir constantes inundaciones se ideó drenarlas hacia el Noreste del Estado de México.
Desde 1976, se construyó el Proyecto Los Insurgentes que consistió en llevar el agua residual del Valle de México a la Laguna de Zumpango, con el objetivo de ampliar la zona de riego. Dos años más tarde, la laguna fue desecada.
Desde 1982, se comenzaron obras para elevar los bordes y así aumentar el volumen de la Laguna. Su primer llenado fue en 1989 con agua residual y de lluvia.
Este vaso regulador recibe aguas residuales provenientes de la presa Madín, en Atizapán. Uno de sus ramales está conectado al río Cuautitlán (cuyas aguas están altamente contaminadas) y al canal Santo Tomás, que va desde Santa María Caliacac (Teoloyucan), hasta un borde perimetral de la Laguna de Zumpango.
¿Por qué se secó la Laguna de Zumpango si tiene una declaratoria ambiental?
Los habitantes tienen diversas hipótesis: en términos ambientales, aseguran, fue la falta de lluvias que no permitió un adecuado cauce en los ríos que alimentan a la Laguna, por lo que las autoridades decidieron no abrir sus compuertas.
Otra es que se secó, como ocurrió en la década de los noventa, para erradicar el lirio acuático (Eichhornia crassipes), una planta originaria del Amazonas del Brasil que posee dos características principales: su fácil adaptabilidad a los cuerpos de agua, desde drenajes hasta lagunas, y su velocidad de reproducción.
El lirio llegó a la Laguna de Zumpango a través del río Cuautitlán, en cuyas aguas residuales abunda esta planta.
Araceli Rodríguez, bióloga que ha trabajado en la zona desde hace poco más de 10 años e integrante del Colectivo Biodiversidad de la Laguna de Zumpango, asegura que esta planta se utiliza para tratar aguas residuales.
“Lo que hace esta planta es que extrae todos estos contaminantes, metales pesados, principalmente, y los almacena en diferentes tejidos vegetales. Algo que pasa en México es que el lirio ha invadido muchos cuerpos de agua. El lirio proliferó en la Laguna por la cantidad de contaminantes que tenía. Lo que ocurre es un proceso de evapotranspiración acelerado: la planta absorbe lo más que puede de agua. Cuando se seca (el agua), la planta se queda enraizada”, asegura.
Con la sequía de la Laguna, sólo quedaron restos de lirio chamuscados que tienen hedor.
A 20 años de que se declaró Santuario la Laguna de Zumpango, no operó un programa integral para atender y sanear a este cuerpo de agua, que llegó a tener una capacidad de hasta 100 millones de metros cúbicos, aunque nunca se llenó en su totalidad.
Diversos estudios han encontrado que la calidad del agua de la Laguna fue empeorando con los años y se consideraba que no era adecuada dada la concentración de contaminantes.
Una evaluación en 2018, realizado por científicos del Laboratorio de Contaminación Acuática de la Fes Zaragoza-UNAM, determinó que “la laguna de Zumpango era un sistema contaminado (Alfa-meso saprobio), abundante en nutrimentos y fitoplancton (Phormidium, Nitzschia, Microcystis)”.
Este estudio recomendaba, entre otras cosas, evaluar la presencia de metales pesados, principalmente en tejidos de carpa (Cyprinus carpio), el pescado que se comercializaba en este lugar, porque en un estudio previo de 1998, hallaron niveles peligrosos de níquel y plomo.
Otra recomendación que hacía era tratar las aguas residuales de los efluentes que abastecían la laguna; causa principal de la elevada carga orgánica.
Esto también fue sustentado por hallazgos que hizo la bióloga, Araceli Rodríguez y el equipo que la acompaña para hacer el monitoreo de aves.
“En el año 2015-2016 estuvimos haciendo un trabajo de investigación con las aves acuáticas en la zona. Una de las especies más importantes y de las cuales se tenía registros recientes de su presencia era la Chichilique piconara. Es un ave acuática piscívora que consume estos peces y nos da una idea de cómo está el estado ambiental del lugar. Lo que hicimos fue recolectar los huevos que no eclosionaban y los analizamos. Encontramos metales pesados como cadmio, cromo, manganeso y mercurio”, sostuvo la especialista a Once Noticias.
También dijo que han estudiado a patos, “hicimos otro trabajo con buches de patos migratorios, donde encontramos estos metales y otros más. Nos ha funcionado esta técnica para tener bioindicadores de calidad de estas aguas residuales”, detalló.
Unos pozos rodean la Laguna Seca de Zumpango
Hoy la Laguna está seca, pero en sus bordes, del lado de la nueva carretera Cuautitlán operan al menos 6 pozos de Conagua, para extraer agua de los mantos acuíferos. Hay incertidumbre, pues a decir de las comunidades, falta de transparencia, porque se asegura que el agua se lleva a la capital debido al desabastecimiento anunciado este año.
Los habitantes de Zumpango y pueblos aledaños se han opuesto y hace poco más de un mes, decidieron irrumpir uno de los pozos.
“Están llevando esa agua de esos pozos a la Ciudad de México, porque no cuenta con el servicio, pero nosotros no tenemos agua. Estamos hablando de un acuífero sobreexplotado”, expresó Liz.
“Puede ser que la Laguna de Zumpango haya tenido el suficiente tiempo inundada, este periodo de inundación, y haya existido una recarga del manto acuífero. Pero es importante mencionar que esto ya es una zona sobreexplotada. Entonces, al ser ya sobreexplotada, claro que ya no va a haber la misma recarga que había hace 50 años”, suscribe la bióloga.
Pero las hipótesis son muchas y prevalece la incertidumbre dado el hermetismo de las autoridades.
La problemática es profunda y con un paisaje árido parece poco alentador. Sin embargo, algunas aves todavía regodean en los campos cercanos, y los habitantes y organizaciones han emprendido acciones como la limpieza y recolección de basura que realizaron el pasado 16 de marzo, como parte de los Foros del Agua, una iniciativa ciudadana para informar y realizar acciones sobre el tema.
Y es que el llamado de la población no sólo es para volver a llenar esta Laguna sino atender lo que por largo tiempo las autoridades dejaron al olvido, porque los mexiquenses, enfatizan, tienen derecho al agua limpia.
“Desde la comunidad estamos denunciando cómo estamos encontrando este cuerpo de agua que no lo queremos seguir teniendo así, queremos que se recupere y queremos que esas condicionantes se hagan por la Laguna de Zumpango. La autoridad tendrá que hacer su trabajo, que nos de las garantías de ese derecho que tenemos, como el derecho al libre esparcimiento, el derecho al agua, al saneamiento”, enfatizó la activista Liz.
Mexicanos consideran que suministro constante de agua ha disminuido