
La desigualdad de ingresos no es sólo una cifra, sino el reflejo de decisiones estructurales que excluyen a las mujeres del reconocimiento y autonomía económica. Así lo han advertido las economistas Violeta Rodríguez del Villar y Virginia García, académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Señalaron que en México, “ser mujer aún implica enfrentar un mercado laboral disparejo“. Aunque, reconocieron que el país ha avanzado en educación y acceso al empleo, la brecha salarial persiste como síntoma de una estructura económica que castiga la maternidad, la edad y la jornada reducida.
Las investigadoras dieron a conocer que, de acuerdo con la ONU, las mujeres ganan en promedio 15% menos que los hombres por el mismo trabajo. Esta diferencia se mantiene a pesar de tener niveles educativos similares o mayores.
García expuso que esto es tan sólo la superficie de un problema mucho más profundo ya que la brecha salarial no es una cuestión individual, sino reflejo de cómo se organiza el mercado y el hogar.
Ejemplificó que la raíz de esta inequidad está también en la casa, y que así lo demostró la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2019:
Las mujeres dedicaron en promedio 42.8 horas a la semana a labores no pagadas (como cuidados, limpieza y cocina), mientras que los hombres sólo 16.9. Este trabajo invisible y no remunerado equivale al 26.3% del producto interno bruto nacional, es decir, a 8.4 billones de pesos (según datos del INEGI 2023) y el 71.5% de dicha carga recae en las mujeres.
La académica Rodríguez del Villar mencionó que es importante estudiar la brecha salarial de género como vía para entender y combatir otras formas de desigualdad estructural.
“Uno de los hallazgos es que las jornadas flexibles, lejos de cerrar la brecha, la agrandan. Las mujeres están sobrerrepresentadas en empleos con jornadas reducidas, horarios irregulares o trabajo informal. Laborar menos de 15 horas semanales implica 26.2% menos de ingreso, horarios irregulares reducen el salario hasta en 45.7%, y ellas ganan 11.9% menos por hora trabajada, en promedio”, explicó.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, mientras que los hombres ganan, en promedio, 11 mil 490 pesos al mes, las mujeres perciben 9 mil 825 pesos. Si ellas quisieran alcanzar el mismo ingreso deberían laborar 61 días adicionales al año, se lee en el comunicado de la UNAM.
Entre las soluciones para emparejar la situación económica, proponen mejorar el acceso femenino a la educación media y técnica, otorgar becas y apoyos económicos para que ellas continúen su formación, distribuir equitativamente el trabajo doméstico y de cuidados entre ambos géneros y fortalecer servicios públicos como guarderías (y extenderlos para el cuidado de personas adultas mayores o enfermas).