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Sinaloa avanza en programa de bombardeo de nubes para hacer frente a la sequía

La estimulación de lluvias en el estado impacta en dos millones de hectáreas, en municipios con aridez extrema.

Este avión ligero se alista en Culiacán, Sinaloa, para una misión crucial, frente a la cruda sequía que asola al norte del país.

Su misión es estimular la caída de lluvias. Llenan sus tanques y afinan el aspersor.

La salida es desde el hangar del Gobierno de Sinaloa. Los turbohélices se encienden. Y la nave se eleva.

Recorre 400 kilómetros por la zona serrana de Sinaloa, de sur a norte.

La estimulación de lluvias en el estado impacta en dos millones de hectáreas, en municipios con aridez extrema.

Es una actividad que implica retos técnicos. La aeronave debe volar debajo de nubes en plena formación, esto es, las que se integran con la humedad del océano pacífico al chocar con la sierra.

“Ese aire caliente y húmedo fluye y choca con la sierra alta y lo hace subir, lo hace viento ascendente y en la medida que se enfría se condensa, ese vapor de agua se condensa y se empiezan a formar las nubes”, dijo el ingeniero agrónomo de la StartUp Renaissance, Rafael Sanz.

“Te vas a encontrar con turbulencia; es una turbulencia normal, creada por la misma nube que está chupando, está absorbiendo todo el aire caliente de la tierra, para subirla hacia la torre, que es una torre en sí la nube”, señaló el capitán del Turbo Comander 690B del estado de Sinaloa, Jorge Ignacio Iñigo Riesgo.

En la base de esas nubes se dispersa yoduro de plata, sustancia que sirve de aglutinante del vapor de agua. Se integra al aprovechar el cambio de temperaturas.

“Es el mejor momento para abrir la válvula. El avión, luego se siente que se mueve, ese es el efecto del viento que está ascendiendo, el spray que se suelta con el aspersor atrás, pues, el viento hace esa función y lo mete a la nube y ya el reactivo hace su función. A veces en 15, 20 minutos, media hora ya está lloviendo”, agregó el ingeniero Sanz.

“Lo que haces es un aglutinamiento del yoduro de plata con las moléculas de hay alrededor de agua, se juntan, se pone pesada la gota y precipita, por eso le llamamos es una estimulación”, añadió el capitán Jorge Ignacio.

Con esta técnica, se producen en promedio 20% más lluvias. No parece mucho, pero es significativo para Sinaloa, que tiene sus presas a sólo 20% de su capacidad. El vuelo de hoy fue exitoso.

“Venimos aplicando el reactivo precisamente en la base de las nubes, que es el mejor momento en el que están los vientos calientes ascendentes”, señaló Jorge Ignacio.

Es un trabajo que genera grandes satisfacciones.

Los expertos explican que la técnica además es segura. La integración de yoduro de plata no afecta de manera significativa la composición del agua de lluvia y puede utilizarse para el riego agrícola.

“Se han hecho análisis de agua, por ejemplo, en las presas, en algunos cuerpos de agua por donde hemos manejado en ese polígono y no se encuentran, solamente trazas en cantidades de yoduro de plata muy por debajo de cualquier norma para agua potable. Es una cantidad mínima, cien litros en millones de hectáreas”, comentó el ingeniero Sanz.

Este tipo de estimulación de lluvias se lleva a cabo también en Sonora, Chihuahua y Nuevo León.

La estimulación de lluvias en el norte del país es un trabajo que realiza por segundo año consecutivo la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en el estado de Sinaloa.

Se tienen programados 20 vuelos hasta el mes de agosto.

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