El Sindicato Independiente de la Industria Automotriz de Volkswagen (SITIAVW), en Puebla realizará una nueva votación el 31 de agosto para aprobar o rechazar el aumento salarial que propone la empresa del 9% directo a salarios y 2 en prestaciones. La huelga se aplaza al 9 de septiembre.
El Sindicato Independiente de Trabajadores de Volkswagen en su planta de Puebla, realizarán una nueva votación el 31 de agosto para decidir si aprueban o no el aumento salarial de 9% directo al salario y 2 en prestaciones, propuesto por la armadora alemana.
La nueva votación fue solicitada por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, para garantizar votaciones libres, secretas y directas, pero sobretodo una mayor participación de los trabajadores.
En la pasada votación del 5 de agosto, de los seis mil 867 trabajadores sindicalizados, participaron el 70%, es decir, cuatro mil 835, que decidieron rechazar la propuesta de la empresa.
El sindicato informó a sus agremiados que la huelga se aplazará del 31 de agosto al 9 de septiembre a las once de la mañana.
El Sindicato Independiente de la Volkswagen solicitó el 19% de aumento salarial, es decir, 15.5% directo al salario y 3.5 en prestaciones.
Oliver Blume sucede a Herbert Diess como presidente del grupo Volkswagen
Por otro lado hace unas semanas se anunció que el presidente de Volkswagen, Herbert Diess, dejó su cargo tras cuatro años agitados al frente del primer fabricante europeo de automóviles, marcados por las consecuencias del ‘dieselgate’ y la rápida transición a los vehículos eléctricos. Su lugar será tomado por Oliver Blume el próximo 1 de septiembre.
Volkswagen, que comercializa 12 marcas de automóviles, lleva meses inmerso en importantes cambios internos por su rápido giro hacia los coches eléctricos y conectados.
Herbert Diess llevaba meses cuestionado por las tensiones recurrentes con los representantes de los trabajadores y con otros ejecutivos del grupo, en pleno cambio estratégico.
El anuncio llega además cuando Volkswagen está planeando la salida a bolsa de Porsche, su marca más preciada, para recaudar nuevos fondos para la electrificación y la inversión masiva en sistemas digitales.