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Tras el huracán ‘Otis’, Acapulco busca renacer en sus playas

A pesar de la tragedia, los habitantes se inscriben en censos para recibir apoyo, mostrando resiliencia en medio de la adversidad.

En las playas de Acapulco aún hay restos del huracán “Otis”.

Las olas no se funden con aquellos murmullos, gritos de vendedores, desde el que buscaba una moneda moviendo la pancita hasta la vendedora de recuerditos o dulces.

Ángel y Cecilia son un matrimonio que tras la tragedia se quedaron sin trabajo, pero caminando encontraron una oportunidad.

“Caminando, preguntando por los hoteles, a ver si había una vacante, pero todos necesitamos. Pues también le buscan, gracias a Dios nos dieron aquí en el Calinda. ¿Cuánto es lo que ganas por día? Nos ofrecieron 500 por día. Mi jornada es de 8 de la mañana a 4 de la tarde,” mencionó Ángel Montalbán, habitante de Acapulco.

Las y los acapulqueños que en la playa estaban su fuente de ingresos empezaron a inscribirse en el censo para prestadores del servicio que les dará un apoyo.

Con un horario de atención de nueve de la mañana a las tres de la tarde, la Secretaría del Bienestar estableció cinco centros de atención en las playas del Hotel Calinda, Playa El Morro, Playa Carabali, Paseo del Pescador y Playa Caleta.

Florencio García fue uno de los que se inscribió.

“¿A qué se dedicaba en la playa? A tatuajes temporales y collares y pulseras. Nos comentaron que nos iban a dar un apoyo sobre el censo, que nos echó a perder las cosas, todo el material que teníamos acá,” comentó Florencio García, habitante de Acapulco.

Yolanda Cervantes también se apuntó al censo, pero no deja de buscar el sustento.

“La gente apoya, ve que uno anda trabajando y aunque no se les antoje compran. En la playa no hay turistas, vengo aquí a la calle. Que nos iban a censar y agradecemos la ayuda sobre los censos,” dijo Yolanda Cervantes, habitante de Acapulco.

Estamos en el anfiteatro Sinfonía del Mar, uno de los espacios de recreación y cultura más importantes para las y los acapulqueños. En este lugar, el huracán también devastó, derribó la estatua del famoso cantante Juan Gabriel.

Con el esfuerzo de miles, la bahía empezó a tener más movilidad y poco a poco busca dejar atrás el más triste recuerdo de Acapulco tras el paso de “Otis”.

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