Nacional

Traslada Sedena más de 120 toneladas de víveres a Tabasco

La ayuda humanitaria para damnificados de tabasco literalmente llega del cielo, gracias a la Fuerza Aérea y Ejército Mexicano.

Como parte del Plan DN-III-E de ayuda a la población, se estableció un puente aéreo entre las ciudades de México y Villahermosa y hasta este día, han desembarcado más de 120 toneladas de víveres que van directamente a los afectados por las lluvias e inundaciones.

Los paquetes son transportados en aviones “Hércules”, “Casa” y “Espartan”.

 

Hacemos aquí nosotros la transportación aérea como en este avión que es un Charlie 27 Juliet Espartan y actualmente estamos cargando 6.6 toneladas de vivieres para el personal damnificado de aquí de aquí de Villahermosa”, señaló Andrés Alonso Sánchez, capitán segundo de la Fuerza Aérea Mexicana.

Tras el aterrizaje, elementos militares descargan despensas.

Cada una pesa 31 kilos y contiene productos básicos como frijol, arroz, azúcar, atún en lata, aceite, harina, pasta y leche en polvo, entre otros alimentos no perecederos.

 

De aquí se traslada vía terrestre a lo que es el centro de distribución Parque Tabasco, de ahí esa ayuda humanitaria es repartida personalmente por elementos del ejército mexicano los cuales están apoyando en diferentes tareas que conlleva el Plan DN-III”, mencionó Doroteo del Ángel, teniente de Infantería de la Sedena.

De inmediato, la ayuda humanitaria es trasladada a poblados y colonias afectadas.

Solo los militares están autorizados para hacer las entregas y así lo hacen.

Colocan las despensas directamente en las manos de los más necesitados.

 

La verdad que sí, bien atentos, muy amables”, indicó Olga, damnificada de Villahermosa.

 

Está bien porque no hay dinero para comprar y yo ya no puedo trabajar”, dijo Hilda Aguilera, damnificada de Villahermosa.

Los paquetes alcanzan para alimentar a una familia de cinco personas durante 20 días.

Don José de 94 años es vecino de la manga, una colonia de Villahermosa que, como muchas, también luchó contra el agua.

Hoy se dice afortunado. Con ayuda de un bastón, por primera vez en días, pudo salir de su casa para recibir el apoyo.

 

Desde que comenzó la situación está estoy como el marrano enchiquerado que no puedo salir ni a buscar siquiera un taco para mi comida. Yo solito vivo en mi ranchito, en mi casita pues. Pues ya, ya llevo mi alimentito”, explicó José, damnificado de Villahermosa.

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