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Un recorrido por el Yucatán aventurero

Escoltado por el Golfo de México y el Mar Caribe, el Mayab resguarda mundos subterráneos y cobija los santuarios del mundo maya.

 

Vamos a hacer un recorrido por el Yucatán aventurero.

 

Aquí, bajo una constelación de estalagmitas y estalactitas se encuentra el cenote Zazil Tunich.

 

El concepto de Zazil Tunich, nosotros quisimos romper el paradigma de cenote balneario y lo convertimos en una experiencia al inframundo maya, rescatando esa mitología maya, viendo las costumbres y tradiciones mayas en el recorrido. Entonces usamos como contexto la leyenda de Xilbabá”, Armando Geded, director de Zazil Tunich.

 

De acuerdo con los mayas, después de la muerte, el alma emprende un viaje al inframundo de Xilbabá, recorrido sagrado descrito en el Popol Vuh que se puede emular aquí, en Zazil Tunich.

 

Es un recorrido de 200 metros bajo la tierra, en la cual usando como contexto de Xilbabá, hacemos nueve paradas en la cual la aprovechamos para ir contando la historia en sus etapas, hasta llegar al nivel número siete donde se realiza una ceremonia, vivimos las tradiciones mayas y luego ya como parte de la ceremonia puedes disfrutar el agua2, agregó Geded.

 

Este cenote, cuyo nombre significa piedra brillosa, está ubicado a veinte minutos del pueblo mágico de Valladolid. Cuenta con la estalactita más larga que hay en México, una columna de 12.5 metros de largo y 500 mil años de formación.

 

La exploración subterránea también incluye una limpia maya para pedirle permiso a los aluxes, seres mágicos que protegen el cenote, de ingresar a las aguas.

 

Nuestro perfil de cliente es un cliente, es alguien que quiera vivir en contacto con la naturaleza, que quiera descubrir las costumbres mayas, que quiera conocer el mundo subterráneo de nuestras cavernas, las obras de arte que están allá abajo construidas por la misma naturaleza”, añadió.

 

Entre los senderos de la selva está Xeneba, un conjunto de cinco aldeas en las que los exploradores de Zazil Tunich pueden quedarse a pernoctar y vivir la experiencia completa.

 

La actividad turística para Yucatán representa el 10 por ciento de su producto interno bruto. En 2019, registró una derrama económica de 8 mil millones de pesos por esta actividad. De ahí que hoteleros, restauranteros, comerciantes y tour operadoras implementaron los protocolos sanitarios para un regreso seguro a la nueva normalidad.

 

Para llegar a las apacibles aguas dulces de los cenotes qué mejor que un periplo sinuoso en cuatrimoto. Esto es parte del turismo de aventura que ofrece circuitos para disfrutar de su gastronomía, arquitectura y naturaleza.

 

Lo que buscamos en las experiencias de Exprience es poder integrar algunas haciendas, cenotes, zonas arqueológicas, paradores turísticos. Este tipo de experiencia está dirigido a toda la familia, hemos atendido a grupos donde hay personas de 70 años y niños de 10 años. Realmente está dirigido a toda la familia2, Germán Rodríguez, operador de Experience Mayan Expedition.

 

Este turismo va muy bien con los tiempos que vivimos porque son actividades al aire libre, en todo momento los clientes se encuentran en sus equipos, en sus vehículos, con sus cascos que son fullface, es un casco que cubre toda la cara y siempre, obviamente cuidando la sana distancia.”, agregó.

 

La primera parada, después de media hora en vehículos todo terreno, es el cenote Kan Criché.  En un recorrido de las 8 de la mañana a las 5 de la tarde, se llegan a visitar hasta tres o cuatro de estos pozos naturales.

 

Al final del día hay que regresar a las haciendas, donde se puede degustar el tradicional Poc Chuc, la famosa carne de puerco fileteada y marinada; relajarse en las albercas o tirarse en las hamacas.

 

Visitar pequeñas haciendas para nosotros es muy importante, porque es una pequeña empresa, pero buscamos también la derrama económica porque hay gente que trabaja en el tema de preparación de alimentos, el tema de lo que es la activación de los equipos, lavada, sanitización, toda esa parte”, añadió.

 

En las entrañas de la selva maya sólo hace falta de un espíritu aventurero para descender al inframundo o tocar el paraíso.

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