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Vacunación en México es un camino de éxito

Hoy, prácticamente todo México está vacunado contra el coronavirus; inmunizarse ha sido la oportunidad de honrar a los que se fueron

La esperanza comenzó el 24 de diciembre de 2020.

¿Cómo se siente María Irene? “Pues un poco nerviosa, pero además muy feliz, la verdad es que es el mejor regalo que pude haber recibido en el 2020”, María Irene Ramírez, primera vacunada en México

Una enfermera del Hospital General Rubén Leñero, recibió, en Ciudad de México, la primera vacuna anticovid que se aplicó en el país.

Luego vinieron María, Pedro, Alicia, Carlos; madres, padres, hermanas, mexicanos.

Las primeras tres mil dosis de la esperanzadora vacuna se esperaban desde la noche del 23 de diciembre. Llegaron a un lugar donde se resguardó y posteriormente, el jueves 24 de diciembre se procedió a su aplicación.

La inmunización comenzó con los integrantes de la primera línea de batalla: médicas, médicos, enfermeros, camilleros y personal de salud.

“Representa una esperanza, en que nosotros el personal de salud que estamos atendiendo a este tipo de pacientes podamos atenderlos con un poquito de confianza y seguridad”, Manuel Ignacio Moreno, médico del Hospital ISSSTE Zaragoza.

Luego vino el turno de los más vulnerables, personas de 65 años en adelante.

En las ciudades o en las comunidades más alejadas. Por aire, por tierra o mar, personal de salud, elementos de Marina, del Ejército, de la Guardia Nacional, la brigada correcaminos llegó a todos los rincones del país…

El once acompañó la misión. En lancha llegamos con Makika, en Paraíso, Tabasco.

Don Guadalupe, nos dio paso a su casa, a sus recuerdos y no dudó en hacer una recomendación.

“Principalmente la gente pobre que se vacunen, porque dicen que la covid es una enfermedad peligrosísima”, Guadalupe Jiménez González, adulto mayor.

También fuimos a la Sierra Tarahumara, en Chihuahua. Con los raramuris, Toñita, no quería inmunizarse, temía que la vacuna tuviera algún costo. En su lengua, le explicaron que era gratis.

En Durango, conocimos a Doña Cruz.

“No me dolió y yo antes, pues ahora estoy enferma, pero antes yo estudié hasta enfermería”, Doña Cruz”.

Enfrentamos también otra pandemia: la desinformación. Algunos aseguraban que la protección a la población llegaría en décadas, pero nada de eso fue cierto.

y aunque algunos, quisieron saltarse la fila, la mayoría esperó su turno, el propio Presidente lo hizo.

En pocos meses, México adquirió una amplia variedad de antígenos: Pfizer, Astra Zeneca, Sinovac, Sputnik, Cansino, Jansen y Moderna. Los vuelos con los embarques no han parado. Han llegado ya a alrededor de 200 millones de dosis.

En medio de la tragedia, y en el caso de muchos, del duelo, resurgieron la tranquilidad, la confianza y el alivio. Y con ellos aparecieron los personajes que abonaron a la esperanza.

Y también aprovechamos para tomarnos la foto.

 “Esa es su mejor pose, es que no me veo, ¿pero se imagina? Pues me imagino que me veo bien”, Josefina Velez.

¿Hicimos filas? Sí, en un inicio, pero después fluímos.

Ordenadamente llegamos a pie, auto, bicicleta, silla de ruedas, acompañados, solos, en grupo y al ver las vacunas hasta cantábamos y bailábamos. Había para todos.

Tocó el turno en la frontera. Con las dosis donadas por Estados Unidos, el objetivo fue inmunizar para poder reabrir las garitas y reactivar el comercio entre México y Estados Unidos.

Las filas de los jóvenes avanzaban y avanzaban, aunque también los delataron.

“De cada mil personas una o dos que se sentían mal y de esas dos personas era uno que vino crudo”, Levy Flores, pasante médico.

Siguieron los más pequeños, que por padecer alguna enfermedad, se les dio prioridad.

El 7 de diciembre de 2021 comenzó la aplicación de la dosis de refuerzo de la vacuna anticovid para los adultos mayores, con el antígeno AstraZeneca. El Presidente López Obrador y el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval pusieron el ejemplo.

Hoy, prácticamente todo México está vacunado contra el coronavirus; inmunizarse ha sido la oportunidad de honrar a los que se fueron.

Hoy agradecemos a los que pusieron su tiempo, alma y cuerpo para llegar a la inmunización prometida, les debemos, literal, la vida.

La pandemia continúa, pero hoy por hoy, podemos enfrentar al virus que nos recordó que lo verdaderamente importante es nuestra salud y la de los nuestros.

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