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Veredeando Sierra de Guadalupe, colectivo mexiquense con espíritu de lucha

El Parque Estatal Sierra de Guadalupe, del lado del Estado de México, es un Área Natural Protegida, cuya superficie está distribuida en cuatro municipios: Coacalco de Berriozábal (24%), Ecatepec de Morelos (34%), Tlalnepantla de Baz (21%) y Tultitlán de Mariano Escobedo (21%). Su superficie total es de 5 293.40 hectáreas (ha).

Esta parte se considera uno de los pulmones más importantes de la zona norte de Ciudad de México y Estado de México.

Este espacio resguarda el trabajo del Colectivo Veredeando Sierra de Guadalupe, cuyo espíritu ha sido de gran inspiración, ya que, a lo largo de 17 años, han realizado esfuerzos descomunales a favor del Área Natural Protegida (ANP).

 

Once Noticias asistió a una faena para conocer el trabajo de Veredeando y conversar con los fundadores de este colectivo mexiquense, quienes buscan concientizar a la población sobre uno de los espacios que resiste a la expansión urbana y que necesita del aporte de la sociedad.

 

“Conoce, ama, cuida y conserva la Sierra de Guadalupe”, el lema de Veredeando.

 

El Colectivo se dio cita a las siete de la mañana para iniciar la faena en la Sierra. La mayoría de los y las integrantes vive en Tultitlán, Coacalco, Ecatepec y Tultepec. En esta época abundan los incendios, una de las mayores amenazas; sin embargo, se han sumado lluvias atípicas que han provocado algunas afectaciones. En este sentido, el colectivo construye muros naturales para evitar la erosión del suelo, “es que, por los incendios y las lluvias, la tierra parece arena”, explica Marifer, integrante del colectivo.

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La principal característica de Veredeando es que es un grupo de amigos y amigas. No se ha hecho Asociación Civil, porque esto es una actividad sin fines de lucro. El dinero puede distorsionar el objetivo real del grupo: cuidar y amar a la Sierra”, dijo Marifer.

 

Veredeando nació el 21 de marzo del 2004, aunque empezó mucho antes, gracias a José Rafael Alvarado (Don Rafa, le dicen de cariño) y a María Caballero (Doña Mary, para conocidos o desconocidos).

Esa fecha es la oficial porque Conservación Ecológica, que es una de las instancias del ANP, hablaron con nosotros para hacer una exposición fotográfica, entonces comenzamos a generar lazos de trabajo”, dijo Don Rafa.

 

Hay que precisar que Don Rafa es reconocido y respetado por los y las integrantes del colectivo, pero también por las autoridades, porque durante largo tiempo ha dedicado su esfuerzo y trabajo a la Sierra de Guadalupe. Él y su esposa Doña Mary viven en Calpulli del Valle, “pegaditos a la Sierra. Nosotros fuimos los primeros que llegamos a la colonia y veníamos a caminar”, dijo.

 

Al conversar sobre los motivos que los llevaron a comprometerse con este trabajo comentó que ellos lucharon por obtener su casa y eso los enraízo al espacio. Sin embargo, al conocer la Sierra, al adentrarse y recorrerla, les permitió ver sus problemas y necesidades.

El colectivo nació como parte de una tradición que Don Rafa y su esposa traían desde antes, “nosotros fuimos parte de un sindicato, luego, al llegar acá formamos una cooperativa de vivienda”.

 

Don Rafa comentó a Once Noticias que también influyeron las raíces que tenían:

Mi esposa y yo, siempre estuvimos trabajando y organizándonos. Ambos tenemos en común el espíritu de lucha y la organización social, ese ha sido nuestro pilar de vida. Ese fue uno de los grandes motivos para hacer este colectivo”, dijo Rafa.

 

Doña Mary sumó a decir que a ella le gusta el trabajo que realizan porque es relajante, “hay peligros, pero es estimulante y me relaja”, comentó alegre.

 

Las actividades que impulsa Veredeando se focalizan en tres líneas principales: educación ambiental e investigación, reforestación y combate de incendios.

 

Para Don Rafa la educación ambiental es fundamental:

Es importante prepararse y atacar el problema de raíz. Por ejemplo, hacemos caminatas didácticas o llevamos información a las escuelas de todos los niveles educativos y tenemos materiales para cada uno. Tenemos un acervo fotográfico muy amplio, es parte del mecanismo de educación ambiental. También tenemos cámaras trampa para registrar la fauna”, considera Rafa.

 

Y es que a Don Rafa le gusta tomar fotografías. Cuando comenzó a caminar en la Sierra, comenzó a fotografiarla. Perdió la cantidad exacta de fotos que tiene en rollos y en discos duros. Su cámara es su principal aliada en esta aventura.

 

Otro de sus proyectos es la reforestación y conservación de especies nativas. Al respecto, Doña Mary compartió que cuando comenzaron a reforestar vieron que los incendios arrastraban con todo. Eso los llevó a querer abandonar sus esfuerzos, pero persistieron y se pusieron a investigar:

El encino, el palo dulce, el capulín se queman, pero retoñan y todos son nativos. El pino se quema rapidísimo. Se sembraron eucaliptos, para desecar la laguna, y luego se volvió plaga. Ese árbol seca el suelo. Otro que no crece es el cedro blanco. Tampoco deja crecer nada a su alrededor”, comentó.

 

Don Rafa dijo que en la actualidad tienen el proyecto de ‘Recuperación de bosques de encino’: “trabajamos este proyecto bajo el Plan de Manejo (1999). Es el proyecto principal. Queremos recuperar el encino, porque es una especie nativa. Por eso nuestras faenas son un poco duras: de 7 de la mañana a 1 de la tarde y pedimos que la gente se comprometa a trabajar en serio”, compartió.

 

El fundador de este colectivo declaró que son varios los problemas que han visto; resalta la extracción de flora (cactáceas y biznagas) y fauna, abandono de perros y los incendios. Al respecto dijo que, desgraciadamente, estos últimos no se han logrado controlar, “cada año son peores, también sus consecuencias, es de las grandes preocupaciones”.

 

La relación de Veredeando con autoridades del ANP

 

Uno de los problemas que atravesaban los colectivos en la Sierra de Guadalupe, en Ciudad de México era la falta de diálogo y esfuerzos en conjunto con las autoridades del ANP. En el caso de Veredeando, la relación ha sido construida de distinta forma.

Al respecto, el fundador del colectivo dijo que al principio trabajaban por cuenta propia, pero ahora lo hacen de manera coordinada.

 

La relación ha sido estable, aunque ha pasado por procesos. Siempre hemos sido críticos con el trabajo de las autoridades. Hemos tenido discrepancias, pero siempre hemos dialogado. Trabajamos con Conservación Ecológica y además lo hacemos sujetos al Plan de Manejo (1999), aunque ya está viejito, nos apegamos a éste. La relación con las autoridades ha madurado, porque nuestros proyectos son más técnicos y más serios. Al principio era un trabajo llevado más por el corazón y ahorita es corazón sumado al conocimiento técnico”, concluyó su fundador.

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