A la Isla Guadalupe, último sitio en el que se oculta el sol en México, han comenzado a llegar estas grandes aves pardas, que ponen de buen ánimo a los biólogos del lugar.
Su presencia advierte que podría estar funcionando el proyecto de creación de una nueva colonia de albatros de patas negras en esta Reserva de la Biosfera de Baja California.
“Las islas mexicanas están resultando un refugio y una esperanza para estas poblaciones de albatros”, dijo el director del Proyecto de Conservación y Restauración de la Isla Guadalupe (GECI), Julio César Hernández.
¿Por qué es tan buena señal?
Los albatros de patas negras no son mexicanos. Viven en la región de Hawaii, en el Pacífico, un hábitat amenazado por el incremento del nivel del mar, la pesca incidental y la contaminación plástica.
Hace unos años, se planteó por ello un proyecto binacional México-Estados Unidos, para mudar de hogar a la especie y traerla a nuestro país; y arraigarla en Isla Guadalupe.
Se aprovechan dos ventajas. La primera es Isla Guadalupe también es hogar de una especie hermana, los albatros de laisán. La segunda que estas aves marinas, por un fenómeno conocido como filopatria (tendencia de un animal a permanecer en un lugar determinado o a volver a él, convierten en su hogar el suelo en que nacen o se crían.
“La teoría que más se conoce con respecto los albatros es que establecen un vínculo o digamos que se geoposicionan con el lugar donde nacieron, a través de ubicación estelar”, explicó César Hernández.
De 2021 a 2024, se han creado 127 volantones. Algunos, empollados por parejas adoptivas de laisán, otros cuidados por expertos. Luego de seis meses de crianza, los pollos mudan alas y abandonan la isla para pasar los primeros años de vida en el océano, algunos comienzan a regresar.
César Hernández apuntó que la primera generación fue de 27, de 27 individuos y son precisamente los que estamos esperando en este 2025.
“Hay imágenes en donde ves cómo los padres después de un proceso de cinco meses de crianza, los padres de albatros de laisán, regresan a alimentar y están cuidando a un polluelo que evidentemente es diferente a ellos”, indicó.