¿Has podido admirar una noche oscura y densamente estrellada? La bóveda celeste, la ventana al universo, la misma que conduce a estudios de fenómenos que intrigan y apasionan.
Esta ciencia ha guiado el desarrollo profesional de la doctora Alenka Negrete, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien se ha sumado a comprender fenómenos de gran interés en este siglo: los agujeros negros.

Estas regiones cósmicas de las que nada que esté dentro o cerca puede escapar. “En el caso de los agujeros negros la velocidad de escape supera a la de la luz y la velocidad de la luz son 300 mil kilómetros por segundo, entonces la velocidad del agujero negro que es la singularidad supera esos 300 mil kilómetros por segundo”, agregó Negrete.
De acuerdo con Negrete los agujeros negros se clasifican en dos tipos: los estelares y los supermasivos, y señaló que la Vía Láctea también posee su propio agujero negro. Se llama “Sagitario a” y es aproximadamente millones de veces la masa del Sol.
“El agujero negro de nuestra galaxia lo que se vio fue el infrarojo, fue el infrarrojo, porque hay un montón de polvo ahí y el infrarrojo se puede ver a través del polvo, se vieron estrellas que rotaban algo”, explicó la doctora de la UNAM.
El estudio de estas formaciones, dijo, puede brindar explicaciones a preguntas que por siglos han acompañado a la civilización.
Los agujeros negros, detalló, dan información de cómo ha ido evolucionando el universo a lo largo de todo el tiempo y también sobre cómo se enriquece. “Hablando de la evolución del universo nos ayuda mucho a entender lo que llamamos el modelo jerárquico”, añadió.
Estas regiones cósmicas, apuntó, tienen una gravedad voraz, que deforma el espacio tiempo, por lo que indagar sobre ellos, conlleva a plantear incógnitas, por ejemplo: ¿qué ocurre con los objetos cercanos? Todo indica que experimentan un fenómeno que parece salido de las caricaturas: la espaguetización.
“Nosotros viéndolo desde lejos vamos viendo como si se estuviera alargando, lo que se le llama la espaguetización, se va alargando, alargando, alargando y el tiempo allá y acá corre diferente”, explicó Negrete.