Con la finalidad de revertir la pérdida de arrecifes de manera más eficiente, en Australia se desarrolla una tecnología que plantea sembrar corales, con ayuda de la robótica y la inteligencia artificial (IA).
Es un proyecto del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, y se trata de un sumergible robótico; puede controlarse a distancia y rastrea los sitios más adecuados para sembrar corales jóvenes.
Con coordenadas GPS, identifica las regiones arrecifales altamente degradadas, y con posibilidades de regenerarse con cultivos controlados.
“La IA se activa y dice: “Este es un buen lugar para desplegar coral, este no es un buen lugar para el coral”. Es como si dos paracaidistas saltaran de un avión. Cuando pasamos por una zona que es un buen lugar para desplegar el coral, el sistema enciende la luz verde y entonces suelta la carga”, explicó Mark Gibbs, director de cultivo de corales.
Es una herramienta importante en el contexto del calentamiento del planeta y la acidificación de los mares, fenómenos que han acabado con el 14% de los corales en el mundo, de acuerdo con las Naciones Unidas.