Bajas temperaturas afectan vuelo de los drones
Un laboratorio de Finlandia señala que el riesgo de congelación de los drones, normalmente es entre -8 y -10 grados °C.
Las imágenes de alta resolución obtenidas por drones ya tienen múltiples aplicaciones.
En la agricultura se utilizan para monitorear los cultivos, detectar plagas y enfermedades, incluso en emergencias, como incendios forestales, o como respuesta a desastres naturales. Sin embargo, en condiciones de bajas temperaturas extremas, las alas y palas del rotor de los drones se pueden congelar.
En un laboratorio de Finlandia, a través de la ingeniería aerodinámica, se trabaja para resolver dicho problema.
“Es importante que los drones no se congelen, porque el hielo reduce su rendimiento. Puede reducir la resistencia, pero también provocar accidentes si la degradación del rendimiento es demasiado grave. Así que eso es lo que intentamos limitar con nuestro sistema, limitar la degradación del rendimiento y que un dron pueda volar en condiciones de hielo”, indicó Joachim Wallisch, ingeniero aerodinámico.
El riesgo de congelación de los drones, normalmente es entre -8 y -10 grados °C. Una fina capa de hielo se forma en las hélices y en las alas, lo que destruye la aerodinámica del vuelo.
Uno de los métodos que están poniendo a prueba consiste en añadir una malla de fibra de carbono compuesta, para que pueda activarse y conducir calor suficiente al ala, para que, de esta forma, se derrita el hielo que llegue a formarse.
“Se llama ‘runback icing’. Ocurre cuando calentamos el hielo y derretimos un poco. Entonces, cuando el resto vuela, el agua regresa y se vuelve a congelar río abajo. Es algo que no queremos en absoluto porque aumenta la pista. Así que esa es una de las principales cosas que estamos trabajando en UBIQ Aerospace para reducir esto”, explicó Wallisch.
Probablemente, en poco tiempo, las bajas temperaturas no serán un problema para volar drones.