Una diadema mide la actividad cerebral de una persona durante una clase, para conocer su atención en el aprendizaje. Mide las ondas cerebrales con precisión, cada milisegundo.
Es el estudio de caso en el que trabaja Fabiola Escobar Moreno, investigadora y docente del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Unidad Legaria.
“Este dispositivo nos reporta a través de un software donde manda estos gráficos y donde se están monitorizando precisamente ondas alfa, beta, todas estas relacionadas justamente con estos procesos cognitivos”, explicó doctora en física educativa, Fabiola Escobar.
Su interés por la enseñanza-aprendizaje, la llevaron a la neurociencia, disciplina que indaga en la biología del cerebro.
Y es que luego de años de docencia, la doctora Fabiola detectó la necesidad de cambiar la forma de enseñar Física, para enfocarla a diversas ramas de la Ingeniería.
“Los ingenieros de alguna manera pudieran tener mejores aprendizajes si los aproximamos a algo que se llama en el área metodologías de aprendizajes activos. podemos ayudarlos a que comprendan mejor ciertos fenómenos”, señaló la científica.
Su sistema limita las distracciones en el celular: “Hicimos una serie de ejercicios para estimular la memoria de trabajo, a través de crucigramas, de sopas de letras y todo esto que está relacionado con ir fortaleciendo nuestro cerebro”.
Mujeres abren espacios en la física
Su labor como docente e investigadora es demandante. En el Politécnico ha encontrado redes de apoyo para compaginar su vida familiar y profesional.
“He encontrado en el instituto redes para trabajar de forma multidisciplinaria, intercambiar ideas, para esbozar proyectos y creo que eso a mí me ha nutrido mucho y me ha ayudado a crecer como investigadora”, compartió la doctora Fabiola.
La Física, históricamente, ha sido de acceso restringido para las mujeres. Ocurría hace más de tres siglos, cuando Isaac Newton escribió la ley gravitacional.
No obstante, las mujeres han luchado para hacerse de un espacio en la ciencia y que sus aportaciones sean reconocidas. En el siglo XXI, las mujeres continúan abriendo espacios.
“Les haría la invitación a creer en ustedes mismas, en sus talentos, en sus capacidades y en lo que les gusta. Creer en nosotras para poder hacer realidad lo que deseamos”, concluyó la doctora, Fabiola Escobar Moreno.