La extrema aridez del Sáhara, que dificulta la conservación de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) antiguo, ha frenado el estudio del Periodo Húmedo Africano en África, pero esto cambio gracias al equipo internacional liderado por el Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck de Leipzig, Alemania.
Este equipo presentó un estudio genómico de dos mujeres de hace 7 mil años cuyos restos estaban momificados en una cueva en Takarkori, al sureste de Libia. Los detalles de la investigación se han publicado en “Nature”.

Estudios previos habían analizado el genoma de estas mujeres usando el ADN mitocondrial (contiene sólo información genética de la madre), pero este nuevo trabajo empleó métodos mejorados para obtener ADN nuclear, que se hereda de ambos progenitores y es mucho más completo.
Además, el equipo comparó sus resultados con los datos genómicos de 795 individuos actuales y 117 antiguos de África, el suroeste de Asia y Europa.
Con todo esto, el equipo descubrió que estas mujeres procedían de un linaje genético norteafricano desconocido hasta ahora que divergió de las poblaciones del África subsahariana cuando los linajes humanos modernos se extendieron fuera de África hace unos 50 mil años.

Este linaje permaneció aislado la mayor parte de su existencia, y aunque ya no existe en forma no mezclada, su ascendencia sigue siendo un componente genético central de la población norteafricana actual.
Ancient #genomes from the Green #Sahara. Study led by Nada Salem, @HaraldRingbauer & Johannes Krause reveals a long-isolated North African #human lineage in the Central Sahara during the African Humid Period over 7,000 years ago. https://t.co/IwZTjgDc2F & https://t.co/MejQeSEaBI pic.twitter.com/jkL55wm75Q
— MPI-EVA Leipzig (@MPI_EVA_Leipzig) April 2, 2025
Coincidencias genéticas
Además, el estudio descubrió que los restos de Takarkori comparten estrechos vínculos genéticos con recolectores de 15 mil años de antigüedad que vivieron durante la Edad de Hielo en la cueva de Taforalt (Marruecos), asociados a la industria lítica Iberomaurusiana, anterior al Periodo Húmedo Africano.
Los individuos de Takarkori y los de Taforalt están igualmente alejados de los linajes del África subsahariana, lo que indica que, a pesar del reverdecimiento del Sáhara, el flujo genético entre las poblaciones subsaharianas y norteafricanas siguió siendo limitado durante el Periodo Húmedo Africano, contrariamente a lo que se había sugerido anteriormente.

El estudio también analiza la ascendencia neandertal, y muestra que los individuos de Takarkori tienen 10 veces menos ADN neandertal que las personas de fuera de África, pero más que los africanos subsaharianos contemporáneos.
“Todos estos hallazgos sugieren que, aunque las primeras poblaciones norteafricanas estaban en gran medida aisladas, recibieron restos de ADN neandertal debido al flujo genético procedente de fuera de África”, explicó Johannes Krause, autor principal y director del Max Planck.