¿Cómo el oso polar puede resistir fríos extremos?
Un equipo internacional de científicos estudió a este animal y encontró que el sebo del pelo, es el elemento clave que le permite adaptarse al entorno.
El oso polar es el gran depredador del Polo Norte, capaz de avanzar sigilosamente en el hielo y sin ser percibido por su presa; también puede deslizarse y obtener comida en aguas congeladas, a 40 grados bajo cero.
Pero ¿Cómo hace para resistir este frío? ¿Para incluso no quedar impregnado de hielo? La respuesta está en su pelaje.
Julián Carolan, del Colegio de Dublín, Irlanda, dijo que pareciera que los osos tienen una propiedad asombrosa, ya que ruedan sobre la nieve y se deslizan por las colinas en condiciones bajo cero, pero el hielo no se acumula sobre ellos.
“En cambio, si enviamos a un humano como yo al Ártico, veríamos grandes extensiones de nieve y hielo acumulados en mi cabello, en mis cejas o en mi barba, si tuviera una. Así que de ahí surgió la inspiración para comenzar este proyecto”, comentó.
Un equipo internacional de científicos se avocó a estudiar a este animal y encontró que el sebo del pelo, es el elemento clave que le permite adaptarse al entorno. Es una especie de aceite “antihielo”.
Julián Carolan agregó que la clave está en que esos aceites capilares contienen componentes que evitan que el hielo se adhiera a ellos: “luego, mediante un análisis de estos aceites capilares, los separamos porque es una mezcla bastante compleja”.
Explicó que encontraron algunos componentes específicos que eran muy interesantes, y luego simularon cómo interactúan con el hielo, por lo que descubrieron que eran muy buenos para repelerlo.
Las propiedades del pelaje fueron analizadas con equipo infrarrojo, que identificó la presencia de lípidos que contribuyen además al aislamiento térmico.
Estos hallazgos son de interés para los expertos, pues permiten comprender mejor las características físicas de los osos polares y dan pistas para desarrollar nuevos recubrimientos antigrasa, y antimanchas, que no sean tan contaminantes como los llamados PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas).
- “A los PFAS Les llaman sustancias químicas eternas por una razón: permanecen eternamente en el medio ambiente”, puntualizó Julián Carolan.
Esta investigación se publicó en la revista Science Advances.