¿De dónde proviene nuestra felicidad?
De acuerdo con la ciencia, la felicidad y el placer tienen mucho que ver con el cerebro.

Se dice que amamos y somos felices con el corazón, pero, esto es mentira, de acuerdo con la explicación del neurocirujano Leopoldo Herrera.
“Queremos con nuestro cerebro, con la parte profunda. Hay un área de la parte anterior del cerebro, la frontal orbitaria, donde guardamos la memoria reciente. En la parte posterior, la memoria profunda y todo lo agradable que entra por nuestros cinco sentidos o los seis sentidos que tenemos”.
La diferencia de estas áreas en el cerebro, nos permite comprender qué pasa en él cuando sentimos felicidad.
Tenemos millones de neuronas, estas células, que reciben y envían mensajes entre el cuerpo y el encéfalo, se comunican con neurotransmisores, sustancias que activan o inhiben sensaciones agradables o desagradables.

La oxitocina, la dopamina, la serotonina y las endorfinas
Una sustancia responsable de la felicidad es la oxitocina.
“Es una sustancia que se libera durante actividades placenteras, sobre todo en el tálamo y es lo que nos hace que tengamos felicidad o no”, explicó Leopoldo Herrera.
También en el cerebro existen otros neurotransmisores importantes para sentir placer o agrado, como la dopamina.
“Es la sensación de logro, de recompensa, de felicidad, también tiene una función motivacional”, comentó el neurocirujano.
Asimismo, mencionó a la serotonina, que tiene que ver con regular el equilibrio entre lo bueno y lo malo. Finalmente están las endorfinas: “a veces tenemos dolor, pero por ejemplo hacemos ejercicio y esas endorfinas eliminan o disminuyen el dolor”.
Estas sustancias hacen que en el cerebro haya equilibrio; cada persona tiene un equilibro distinto. Por eso, las cosas que hacen feliz a alguien, probablemente no sean las mismas para otra.
“Podemos tener mucha serotonina mucha citocina, mucha prolactina, pero es un equilibrio el que existe dentro del cerebro, y es lo que hace que se perpetúe o no la felicidad”, expuso Leopoldo Herrera.
Si existe un desequilibrio en el que la persona se sienta triste la mayor parte del tiempo, siempre se recomienda acudir a un especialista para recuperar el equilibro bioquímico individual en el cerebro.
Y aunque es imposible estar felices todo el tiempo, podemos realizar actividades para incentivar la producción de estos neurotransmisores, como cumplir nuestros objetivos o tener rutinas de ejercicio.

“Escuchar música, bailar, leer, meditar, tener actos de bondad, de ayudar al prójimo. A veces somos muy cerrados; debemos desarrollar nuestros talentos. Todos tenemos talentos y a veces no sabemos cómo sacarlos”, dijo el neurocirujano.
Ahora, podemos decir que la felicidad y el placer tienen mucho que ver con el cerebro.