“En la ciencia no hay limitantes ni roles de género”: Rocío Casañas
La investigadora del IPN trabaja en el desarrollo de materiales que puedan emplearse en la regeneración de tejidos dañados.
Rocío Guadalupe Casañas Pimentel es doctora en Tecnología Avanzada, profesora de maestría y posgrado del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA) unidad Legaria, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Hoy es una investigadora mexicana con más de 10 años de trayectoria; sin embargo, desde niña descubrió su gusto por la ciencia y siempre se ha dedicado a ella.
Actualmente trabaja en el desarrollo de materiales sintéticos, semisintéticos e híbridos, que puedan emplearse en la regeneración de tejidos dañados por diferentes problemas, como el cáncer.
“Nos dedicamos a aplicaciones de tecnología con materiales hacia el tratamiento de algunas afecciones médicas y también para el desarrollo de terapias con nanotecnología, principalmente para el tratamiento de cáncer”, explicó.
Este proyecto de investigación representa una opción para cubrir la necesidad de quienes requieren tejidos, a la vez que reduce el riesgo de incompatibilidad.
La especialista consideró que, lamentablemente, la cultura de la donación sigue siendo baja en nuestro país y que no siempre hay compatibilidad entre el donador y el donante.
Ante ello, dijo que es importante generar alternativas que permitan cubrir esta necesidad.
A lo largo de una notable carrera como científica, Casañas Pimentel ha mostrado, en diversas ocasiones, su gran capacidad; sin embargo, hay quienes han dudado de ella por el simple hecho de ser mujer.
“Hay ocasiones en que las personas asumen que, como soy mujer, yo no sé sobre cuestiones de ingeniería, o no sé sobre cálculos, o no sé usar un desarmador”, dijo.
La doctora reparte su tiempo entre la ciencia, la crianza de su hija y el hogar, pero, desde su óptica, las mujeres se enfrentan a un panorama desigual, comparado al de los hombres, para su desarrollo profesional.
Casañas Pimentel considera que se duplica el esfuerzo al tener que desarrollarse en el mundo laboral, además de cumplir con las labores de casa, como cuidar a su hija o cocinar.
“No todos los hombres viven esto y nos coloca en una desventaja”, añadió.
Ante este panorama, pide a las niñas y jóvenes que se interesan por la ciencia, siempre creer en sí mismas.
“Nosotras tenemos la capacidad de hacer muchas cosas, de aprender aquello que nos guste, de trabajar en aquello que nos guste, que no hay una limitante, ni hay roles de género”, enfatizó.
Con información de María Fernanda Chávez del Río.