Un ejemplo de acción colectiva en favor del clima es el movimiento #MakeScienceGreatAgain en Estados Unidos, que lograron que la administración del presidente Donald Trump diera un paso atrás.
El gobierno de Trump deshizo discretamente el grupo de trabajo sobre el clima, era un panel de cinco personas conocidas como opositoras encargadas de reescribir la ciencia climática para que pareciera menos peligrosa, e incluso, beneficiosa.
Su objetivo: debilitar el fundamento legal de la acción climática de Estados Unidos.
Recordemos que la actual administración de Trump se ha caracterizado por acciones para desmantelar la ciencia.
Un informe documenta la magnitud: 402 ataques a la ciencia climática en sólo seis meses, más que durante todo el primer mandato de Trump.
Además de 120 mil empleadas y empleados federales despedidos, muchos de ellos de agencias basadas en la ciencia como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, sigla en inglés) o la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, siglas en inglés).
Con el espíritu de lograr un cambio, un grupo de científicas, científicos y ciudadanía crearon el movimiento Make Science Great Again, con el que presentaron más de 400 páginas con rigor científico que desmantelaban lo que el grupo de Trump había formado ilegalmente.
La presión aumentó hasta que el secretario de Energía, Chris Wright, no tuvo más remedio que enviar una carta confirmando la disolución del grupo.
Andrew Dessler, destacado científico del clima, afirmó que: “esto es una prueba de que, cuando nos mantenemos unidos, la verdad prevalece, incluso contra las fuerzas políticas más poderosas”.