La actual crisis ambiental que se vive en el mundo llegó a las costas del sureste de Australia, en la Península de Fleurieu.
La preocupación se centra en la proliferación masiva de una microalga que, no solo resta oxígeno a las zonas marinas donde se concentra, sino que además es tóxica.
Hearing the effects of the algal bloom firsthand here on Yorke Peninsula has been confronting.
— Peter Malinauskas (@PMalinauskasMP) July 28, 2025
Our oyster farmers, like Paul, Gavin and Steve, have been doing it tough – through no fault of their own. pic.twitter.com/8aTyRgdcrd
Su presencia se ha identificado en una franja de 4 mil 400 kilómetros cuadrados y a la fecha ha matado a mil 300 especímenes, de 400 especies diferentes.
“Esto es algo sin precedentes, realmente no sabemos qué ocurrirá en las semanas o meses posteriores”, consideró el primer ministro de Australia del sur, Peter Malinauskas.
Para el gobierno de Australia del sur, el reto es controlar la proliferación del alga que se cree, es consecuencia del aumento en la temperatura del mar, las descargas urbanas arrojadas a este ambiente y las inundaciones locales, que han arrastrado fertilizantes y otros nutrientes del suelo.