El medicamento de moda para bajar de peso, la semaglutida (usado en el Ozempic), tiene efectos inesperados.
Este medicamento imita el efecto de la hormona GLP-1 que producimos naturalmente, y que ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre al estimular la producción de insulina y reducir el apetito.
La buena noticia es que durante el Congreso Europeo de Obesidad se presentó un estudio que indica que su uso reduce casi 40 por ciento el riesgo de eventos cardíacos graves en personas obesas.
La investigación inició en 2018, con casi 18 mil adultos de 41 países en más de 800 sitios. De ahí su popularidad en la lucha contra la obesidad.
Pero no todo es color de rosa, pues también hay malas noticias.
En la revista JAMA Ophthalmology se publicó un estudio en el que participaron 139 mil adultos mayores de nacionalidad canadiense, con diabetes. Ellos tomaron este mismo medicamento, la semaglutida, entre 2020 y 2023.
Los investigadores descubrieron que quienes usaron este fármaco durante seis meses, duplicaron el riesgo de desarrollar degeneración macular neovascular, una forma agresiva de la enfermedad ocular.
El daño es en la mácula, la parte central del fondo del ojo que nos permite ver hacia el frente.
“Estos medicamentos parecen tener efectos adversos en el ojo que antes no considerábamos”, explicó el doctor Marko Popovic, coautor del estudio.