Reportajes especiales

Agua, tierra y sol; atiende mexicana partos con técnicas mayas en Israel

Azarel Talamantes es Doula y se dedica a ayudar a las mujeres que viven en aquél país del Medio Oriente a tener un mayor equilibrio cuando van a ser mamás

El agua, la tierra y el sol son elementos necesarios para el embarazo, de acuerdo con la antigua civilización maya, filosofía y técnicas que hoy en día utiliza Azarel Talamantes durante la atención preparto, parto y postparto en la nación de Israel.

Azarel es Doula hace seis años, ello significa que se trata de una asistente profesional para el trabajo de parto y brinda apoyo emocional y físico para las mujeres y su pareja durante el embarazo, el parto y postparto.

Azarel Talamantes es mexicana especialista en la medicina tradicional prehispánica, por lo que decidió ir a Israel a ayudar a las mujeres con sus embarazos a través de las técnicas que utilizaban las culturas prehispánicas.

¿Cómo atiendes a mujeres en el parto y postparto con técnicas mayas? ¿De qué se trata, cómo funciona?

Utilizo muchas técnicas, entre ellas las técnicas de medicina tradicional mexicana, que es la suma de conocimientos, técnicas y prácticas fundamentadas en las teorías, creencias y experiencias propias de diferentes culturas de origen prehispánico, y que se utilizan para mantener la salud, tanto física como mental.

La atención que doy durante el embarazo y el parto a las mujeres se basa en una atención integral, viendo un todo y no solo una particularidad. Nuestros ancestros indígenas, entre ellos los mayas, daban una importancia muy grande a integrar cuerpo, mente, espíritu y la parte energética. Por lo que durante el embarazo, parto y el postparto realizo varias técnicas, como sobadas, baños con hierbas, infusiones, utilización de rebozo para proveer relajación y ayudar a que el bebé se posicione correctamente, cerrada de caderas, pomadas, piedras energéticas, fajas de arcillas, alimentos adecuados, por mencionar algunas.

La atención es personalizada, cada mamá necesita de diferentes cosas, todo depende de su historial médico, sus antecedentes, su historial emocional y físico. Por lo que siempre realizo una visita previa donde hago un cuestionario que me permite conocer a la futura mamá y así diseñar algo especialmente para ella.

Los mayas son claros pues dicen que para que haya vida saludable se requiere de agua, tierra y sol. Y esto se debe de buscar siempre cuando las mujeres se van a embarazar, cuando están embarazadas, cuando va haber un parto y cuando la mamá está en postparto.
Lo anterior no es otra cosa más que, agua que es la sangre oxigenada, la tierra que es el útero sano y activo, y el sol que es la energía emocional, física y espiritual. Mi atención a la futura mamá es proveer de herramientas que hagan que esto exista y que su “todo” sea balanceado.

¿Desde cuándo lo haces? ¿Atiendes a algún perfil de mujeres en particular, es decir mexicanas en Israel o a la población femenina en general?

Soy Doula hace seis años, pero hace aproximadamente cuatro años empecé a incluir técnicas de la medicina tradicional mexicana, nuestros antepasados siempre buscaban los beneficios en una hierba para curar la salud física, mental y espiritual.

Empecé a conocer parteras tradicionales que utilizaban técnicas prehispánicas, el uso de hierbas, de piedras energéticas, del fuego, el uso del rebozo, que fue lo que me llamó la atención y decidí estudiar y adentrarme en estas herramientas tan valiosas. Tomando cursos y diplomados relacionados a la medicina tradicional mexicana, la partería tradicional mexicana, partería en temazcal y adaptarlos a la atención que doy a las futuras mamás en Israel.

Atiendo de forma particular, a toda mujer que desee contactarme. Atiendo a todas las mujeres en general aunque en su gran mayoría son mujeres latinas que viven en Israel. No sólo me buscan por todo lo que puedo ofrecer sino también por el idioma. Cuando estamos en embarazo, parto o postparto necesitamos una contención en nuestro idioma natal.

¿De dónde eres y por qué utilizar las técnicas mayas?

Soy orgullosamente mexicana. Cuando era chica mi mamá, mis tías (que son de Oaxaca) nos pasaban el huevo para hacernos limpias energéticas, y siempre me llamó la atención saber más, ahora que he estudiado sobre la medicina tradicional mexicana, entiendo que no es nada esotérico, sino que tiene una razón de ser, nuestros antepasados buscaban un equilibrio entre el cuerpo físico, el cuerpo mental y el cuerpo espiritual. Todo buscando un balance, un equilibrio. Los aztecas, los mayas, los zapotecas, los olmecas, todos buscaban eso y está representado en todo lo que ellos hacían.

Después de ponerlo en práctica y ver todo lo positivo que trae al cuerpo físico, energético, mental y espiritual de una mamá es lo que me hace seguir estudiando más para ofrecerlo en el servicio que doy a las mamás, y es una forma de seguir el legado de nuestros ancestros y de transmitirlo en este lado del mundo. Me hace sentir orgullosa de mi herencia prehispánica.

¿Por qué trabajar como Doula, cómo decidiste dedicarte a eso?

Decidí dedicarme a ser Doula, por el interés que tenía que cada mujer tuviera una experiencia hermosa y llena de energía positiva. Que tuvieran un gran recuerdo, que les sacará una enorme sonrisa incluso años después de haber vivido su parto, que recordaran el nacimiento de su bebé como una experiencia poderosa y amorosa. Que se sintieran acompañadas, cuidadas, protegidas, amadas durante su embarazo, su parto y su postparto. Que pudieran consultar a alguien que estuviera de su lado, con conocimientos y que les brindara ese espacio de contención.

Tuve cinco embarazos, dos de ellos cesárea )en México) y tres partos naturales sin epidural (en Israel), cuando tuve a mis hijos de forma natural, siempre hubo una persona, una Doula, una partera a mi lado haciéndome sentir segura (de la parte médica) y segura y contenida en la parte emocional. Lo cual me daba la tranquilidad y al mismo tiempo me hacía sentir poderosa.

Siempre creí que toda mujer del mundo debería sentirse así en su parto, así es que por eso decidí ser Doula y creo que cada mujer merece una Doula en su parto. Merecemos escuchar, saber y ser protagonistas de historias hermosas de amor y contención en nuestros embarazos, en nuestros partos y en nuestros postpartos.

Una partera mexicana, Angelina Martínez, me dijo una vez, si hay embarazos saludables, habrá partos saludables, naturales y mágicos, y los postpartos estarán llenos de amor.

Los mayas sabían que las mujeres que iban a los partos eran unas guerreras y eran tratadas como tal, se les hacían rituales para bendecirlas durante esa gran batalla, iban a una gran lucha no solo física, sino también emocional y energética. Y sabían que si llegaban a esa lucha protegidas, saldrían de ella triunfantes en todo los aspectos, haciéndolas estar en equilibrio.

FOTO: AZAREL TALAMANTES

¿Tu objetivo es que se practiquen menos cesáreas, crees que éstas son una forma de violentar a las mujeres ya que es una práctica más cómoda para los médicos?

Cualquier intervención médica cuando se realiza de manera desproporcionada y pasa a utilizarse de forma habitual como si fuera la norma o regla ya no es algo lógico. Y eso es en lo que estoy en contra.

Si los recursos médicos se utilizaran para lo que fueron creados, para ocuparse en casos necesarios (médicamente hablando) y en casos específicos en donde realmente son necesarios serían nuestros aliados.

Hoy en día, se ha vuelto normal hacer una cesárea (incluso cuando es innecesaria) y lo anormal es parir sin intervenciones médicas.

Cuando entendamos que parir de forma natural es lo normal y que una cesárea (o cualquier otra intervención médica) son recursos de apoyo entonces veremos cómo las cesáreas, vacunas, inducciones, epidural, pasarán a ser sólo herramientas médicas de apoyo y no lo normal que se ha vuelto.

No estoy en contra de una cesárea cuando esta salva la vida de una mamá o bebé en una situación crítica, estoy en contra cuando se usa de pretexto por que el ginecólogo, anestesiólogo en turno tienen un congreso, atender su agenda de pacientes, ganar más dinero o cualquier otro pretexto.

El parto es un evento fisiológico natural, que cuando tiene menos intervenciones médicas fluye sin ningún problema. El problema es que el recurso de apoyo se volvió normal. Y desgraciadamente en el mundo se está normalizando tanta intervención médica, haciendo que las mujeres dudemos de nuestra capacidad natural de parir.

¿Trabajas como Doula en todo Israel?

Trabajo en casi todo Israel, llego a la zona central, al sur y a una parte de la zona norte. Acudo a donde la mamá me necesita. Acompaño normalmente partos en hospitales, si una mamá requiere parto en casa puedo acompañarla siempre y cuando haya un ginecólogo o partera ,de otra manera no lo hago. Recordemos que una Doula no es una partera. El que sea estudiante de partería me ayuda a tener conocimientos médicos extras, mas no me permite en Israel recibir un parto sin la presencia de una partera titulada o un ginecólogo.

¿Qué les parece a las mujeres que ayudas el hecho de que utilices técnicas mayas?

Hay muchas mamás que buscan ese apoyo integral. Si tengo que explicar muchas veces porque una piedra energética va a brindarle un apoyo cuando tiene una infección vaginal, por ejemplo. O cómo la manteada con rebozo ayuda a que su bebé se acomode mejor. O cómo un baño de hierbas postparto y cierre de caderas ayudará a que su postparto sea más armónico emocionalmente y más sano físicamente.

Las latinas lo entienden más fácil y fluyen con ello. Con las israelíes es más complicado pero cada vez más lo buscan, porque cuando explico de dónde son las bases, se dan cuenta que nuestros antepasados tenían una gran sabiduría que hoy la ciencia lo ha comprobado en muchos estudios.

¿De qué manera le cambia la vida a las mujeres con tu trabajo y el uso de estas técnicas mayas?

Creo que el cambio se da paulatinamente y de manera integral, no quiere decir que todas tendrán partos vaginales, puede ser que algunas sus partos terminen en cesárea, porque los partos son muy dinámicos. Pero la manera en que ellas lo viven, lo interiorizan, lo procesan y lo viven es completamente diferente, porque lo que logramos es un equilibrio en general. Recordemos que somos un todo. Porque lo que es arriba, es abajo y lo que es adentro es afuera.

Regresarle a la mujer la fortaleza, la confianza en su cuerpo, la sensación de sentirse acompañada, que su voz vale, que ella decide cómo quiere su parto. Porque su cuerpo sabe parir y su bebé sabe nacer.

La medicina tradicional mexicana, me ha dado a mí, herramientas para que las mujeres puedan sentirse así en todo momento, en completo equilibrio.

Complemento esta sabiduría de nuestros antepasados con la moderna, porque debemos hacer uso de todo lo positivo a favor de una futura mamá, una futura familia y a la llegada al mundo de un nuevo ser.

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