Los beneficios medicinales de los productos que producen las abejas han sido el tema de investigación de la apicultora de Xochimilco, Martha Flores, desde su primer encuentro con estos importantes insectos.
El último producto que aún está desarrollando es un parche a base de cera, miel y propóleo que ayudará a cicatrizar más rápido las heridas, algo que podría beneficiar a personas con diabetes.
Marta Flores García tiene 16 años trabajando con las abejas. Todo empezó cuando ella se fue a vivir a casa de uno de sus hermanos porque él se había ido a Estados Unidos y la casa se quedaría sola.
Un día fui a sacar una herramienta en uno de los cuartos donde mi hermano guardaba madera, me di cuenta que entraban y salían las abejas y cuando entre vi la colmena. Le comenté a mi hermano y me dijo que viera una tía que había tenido abejas para que me dijera cómo quitarlas, pero yo sin saber nada de las colmenas le dije que me quería quedar con ellas, así que me fui a ver a otro familiar que ya había tenido colmenas. Otro de mis hermanos me ayudó a comparar mi primer cajón, después fue mi primo, las bajó y se quedaron las abejas ahí”, explicó la señora Flores a Once Noticias.
De un cajón se hicieron dos, luego cuatro, luego siete y ahorita tiene 27 cajones que producen casi media tonelada de miel que recoge una vez al año, en el mes de noviembre.
“El trabajo con las abejas es muy complicado, al principio a mí me daba miedo nada más escuchar el zumbido, porque a falta de un equipo si me picaban, pero al estar con ellas se me olvida todo, uno se concentra en el trabajo. Ahora con los guantes y el velo pues es más fácil, pero sí hay que entrar bien equipado al apiario. Me fui interesando mucho en ellas por lo importante que son, por ejemplo para el medio ambiente de aquí, nos ayudan a polinizar toda la verdura, el frijol, maíz, calabaza que hay por acá, pero también aprendí que son muy importantes para nuestra salud”, detalló la apicultora.
Martha dedicó horas de estudio en cursos, talleres, clases y diplomados sobre herbolaria, apicultura, medicina tradicional y demás saberes que fue combinando para crear productos únicos a partir de los recursos que producen las abejas.
“Todo lo que ellas hacen es medicinal, desde la apiterapia que ayuda a las personas con artritis y reumatismo. Hasta shampoo, jabón, jarabe para la tos, perlitas para la tos, pintura de propóleo para las vías respiratorias, un complemento alimenticio, bálsamos labiales y velas aromáticas”, precisó.
Ella recuerda a su hermano Jesús Flores García, el que le ayudó con el primer cajón de aquella colmena en el cuarto de la madera. Él sufrió de diabetes y los pies se le lastimaron de manera muy dolorosa, es por eso que ahora está en proceso de investigación para crear parches que ayuden a cicatrizar las heridas y evitar problemas a las personas con esta enfermedad.
Esta idea surge pensando en las personas con diabetes, porque les cuesta trabajo cicatrizar y el tema del pie diabético es algo bastante doloroso en lo que me gustaría ayudar porque lo vivimos con mi hermano”, relató Martha.
El parche es a base de cera, miel y propóleo, uno de los elementos más importantes en la medicina apiaria.
El propóleo tiene propiedades maravillosas, incluso las abejas lo utilizan como antiséptico para limpiar sus panales de agentes externos. La miel por su parte ayuda a la regeneración y el cuidado de la piel. El consumo de los productos que elaboran las abejas ayuda al organismo, es por eso que son tan importantes para las personas como para el medio ambiente”, indicó la señora Flores.
Con la pandemia la producción no se detuvo, pero sí la comercialización, lo único que les hace falta a los apicultores es reactivar la economía.
“Empezar a ir a las ferias, a mercados, y poder vender libremente para promocionar nuestros productos, aunque también necesitamos el apoyo de la gente con el consumo de nuestro trabajo”, declaró Martha Flores, desde su local, en la calle Camino a San Francisco s/n, en el barrio de San Andrés Ahuayucan, alcaldía de Xochimilco.