Reportajes especiales

Ashley Martínez, primera niña mexicana que descubrió un asteroide para la NASA

Le parece increíble ser astronauta para viajar a la Luna y observar la Tierra desde el Espacio.

Tiene 11 años de edad y ya sueña muy alto, podría decirse que casi llega a las estrellas con su mente inquieta y brillante.

Se trata de la niña Ashley Martínez Ocampo, originaria de Jojutla, Morelos, quien con trato agradable y con mucha soltura relata cómo fue que se hizo recientemente acreedora al título de “la primera niña mexicana reconocida por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, en descubrir un asteroide”. 

Un día normal

Ashley ya disfruta de sus vacaciones de verano. Eso no significa que deba aburrirse, al contrario, ella cuenta en entrevista con Once Noticias que le encanta leer, buscar información en Internet y ver videos en su celular; es inquieta, quiere conocer más, si es posible, explorar el universo.

Como todo niño, gusta de una buena rebanada de pizza y los tamales, pero también de un plato de crema de elote, una rebanada de pay de nuez, y agua de jamaica o una ración de uvas para completar el menú.

Esta pequeña ama películas como ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, “me gusta mucho, también Anastasia, ya la vi un buen de veces”.

Pero dejando a un lado sus gustos y pasatiempos, revela que aprende rápido cualquier tema que se proponga.

“Con que me expliquen bien y con un ejercicio con eso tengo; digamos que el sistema solar, si se me explica y nos piden que hagamos un resumen o ideas principales, con eso tengo”.

Sin embargo, la investigación por Internet, la lectura de ciencia ficción y aquella con un fin didáctico, también es de su agrado.

“Me gusta mucho ‘Una nueva aventura por el cosmos’, pero también jugar videojuegos”, y antes de la pandemia, ver a los amigos.

Sus días de escuela son tan divertidos y entretenidos como sus vacaciones. Afirma que por lo regular se levanta a las 6:30 de la mañana, porque entra a su colegio a las 8:00 horas; en lo que se viste, desayuna y se organiza para ir a la escuela, “me tardo un poquito; no soy dormilona, en realidad siempre le gano a la alarma del reloj tres minutos antes de que suene”, dice sonriendo.

De las materias que más le atraen están matemáticas, ciencias, historia y español porque le gusta redactar textos.

Un mundo de estrellas

Dentro de sus aficiones está la astronomía y todo lo relacionado con la ciencia, el universo y las estrellas. Ese gusto la llevó a ser invitada a participar en un proyecto de la Sociedad Astronómica de Urania, llamado Colaboración Internacional de Búsqueda Astronómica (IASC, por sus siglas en inglés), usando un software especial.

Este programa es patrocinado por la NASA y, a su vez, proporciona imágenes, capturadas por dos de los más potentes telescopios, a estudiantes y clubes astronómicos, ahí estuvo la clave para que la inquietud, ingenio y perseverancia de Ashley se vieran coronados al descubrir al “2021 FD25”, en una imagen tomada de un telescopio en Hawái.

“Me llama mucho la atención lo que podemos encontrar en el espacio. Suelo ver con mi mamá el cielo desde la terraza; el momento que descubrí el asteroide fue bonito. En la computadora empecé a analizar y vi un puntito que se movía en esa imagen, hay varios puntos que son estrellas, los identifiqué y los mandé y al mes nos avisaron que wow, ¡sí que era un asteroide!”, grita emocionada.

Agrega que el nombre de ese asteroide será definido en tres o cuatro años, hasta que se vea el tamaño real del cuerpo celeste rocoso. Así mismo, confiesa que aunque no tiene una idea bien definida de lo que quiere ser de grande, sí tiene claro que le gustaría estudiar una profesión relacionada con la ciencia, astronomía o biología.

Pero tampoco descarta seguir los pasos de Katya Echazarreta, quien hizo historia el 4 de junio al convertirse en la primera astronauta mexicana y latina en viajar al espacio exterior junto a la tripulación de Blue Origin.

“Sí y no, (le gustaría ser astronauta), no porque me mareo mucho en viajes de 1 hora y media y sí porque ha de ser increíble estar en el espacio y ver a tu propio planeta”.

Orgullo paterno

En tanto, Andrés Eloy Martínez, papá de Ashley, quien atestigua la entrevista y fue impulsor de la afición de su hija por el universo, dice estar más que orgulloso de su pequeña.

“Significa un gran orgullo y felicidad por tener ese privilegio porque ella también ha hecho una aportación en la astronomía”, confiesa.

Agrega que le ha sorprendido ver cómo es que la tecnología actual hace que a través de una computadora se puedan analizar imágenes, que antes sólo podían ver los profesionales.

“Nosotros nos hemos unido al ‘Proyecto de Ciencia Ciudadana’ para buscar no sólo asteroides, sino planetas enanos, supernovas; la niña se fijó y me preguntó qué hacía y me dijo que lo quería intentar; la entrenamos en el manejo del software, se puso a analizar y pudo ver un patrón de movimiento que tienen los asteroides y tuvo la fortuna de indicar algo nuevo que no había visto jamás”, finaliza.

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