La Secretaría de Marina (Semar) ofreció disculpas el 13 de julio de 2021 a familiares de víctimas de desapariciones forzadas ocurridas entre febrero y abril de 2018, parte del último tramo de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto.
Pero ¿qué pasó exactamente en aquellos tres meses de violaciones hechas por miembros de la Semar?
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó una recomendación a la Semar, número VG_036, en la que advierte de desapariciones forzadas de 27 personas por parte de elementos de la Semar.
La CNDH relata que en los 27 casos se acreditó la participación de los marinos a través de testimonios de familiares y testigos de las detenciones que ocurrieron en distintas fechas de aquel 2018.
El segundo elemento constitutivo de las desapariciones forzadas de personas, es decir, la participación o anuencia de agentes estatales en los hechos violatorios de derechos humanos, es posible acreditarla en los presentes casos, toda vez que fueron elementos de la SEMAR quienes detuvieron en forma arbitraria a V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V26 y V27 (son las personas que fueron desaparecidas).
Lo anterior se conoce a través de indicios tales como los diversos testimonios de familiares, vecinos, amigos y/o conocidos de las víctimas, pues estos testigos declararon en forma consistente que las personas que llevaron a cabo las detenciones portaban uniformes en colores verde y beige ‘camuflados’, chalecos antibalas, algunos con la ‘leyenda Marina’, además de llevar cubierto el rostro, usar armas largas y desplazarse a bordo de ‘camionetas tipo pick up o tipo Hummer’, o Hummvee’, en colores gris con números de matrículas en color negro”, detalló la Comisión.
A pesar de lo anterior, la Semar se defendió en el oficio 3779/2018 remitido el 21 de agosto de 2018, en el que señaló que los grupos delictivos en Tamaulipas suelen vestirse con uniformes que asemejan a las corporaciones militares mientras realizan actos delictivos.
La CNDH dijo en su recomendación que a pesar de dicha defensa, en los casos específicos que trataban, esos argumentos no fueron suficientes debido a que “la portación de uniformes e insignias oficiales de la Semar tiene como finalidad la identificación de los miembros de esa corporación y dar certeza de su pertenencia a la misma. Adicionalmente, porque no es válido argumentar la comisión de un delito atribuible a terceros para desvirtuar una presunta responsabilidad pública, sobre todo si se toma en cuenta que, al tiempo de los hechos, algunos elementos de la SEMAR fungían como escolta de AR29, Presidente Municipal de Nuevo Laredo, y que para esta función empleaban dos vehículos no oficiales balizados y rotulados con la leyenda “Marina”, pero con placas del Estado de Tamaulipas”.
En el documento de la CNDH se describen diversos actos en donde los testigos narraron cómo personas con uniforme de la Marina y con distintivos y vehículos de dicha institución entraron a domicilios particulares sin órdenes de cateo o aprehensión para golpear y llevarse a personas sin razón, quienes desde entonces desaparecieron.
También detalla un caso en el que ocurre un accidente con una camioneta de la Marina y los elementos deciden llevarse a las personas que iban en el otro vehículo involucrado, quienes también desaparecieron desde entonces.
Es por ello que representantes de la Marina Armada de México en presencia de familiares de víctimas y de autoridades como Alejandro Encinas, actual subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, ofrecieron disculpas públicas por primera vez.
A la fecha 30 efectivos de la Armada de México han sido vinculados a proceso por su presunta participación.