El periodista y activista australiano Julian Assange lleva preso 28 meses en Belmarsh, una prisión de máxima seguridad de Londres donde albergan personas acusadas de terrorismo. En ese lugar llamado el “Guantánamo de Inglaterra” enfrenta un juicio de extradición a los Estados Unidos por la publicación de documentos clasificados.
Es una ironía que Assange esté preso por publicar crimines de guerra y graves violaciones a los derechos humanos, mientras que los que cometieron esos actos están disfrutando de su libertad y cometiendo los mismos delitos de lesa humanidad”, dijo Edith Cabrera, fundadora de la Coalición vida y libertad Julián Assange en México, en entrevista con Once Noticias.
El próximo 27 de octubre iniciará una audiencia, que Edith Cabrera categorizó como inicial, pues a principios de este año la jueza Vanessa Baraitser negó el traslado de Assange para ser juzgado en Estados Unidos porque corría riegos de un suicidio, sin embargo, la fiscalía del país norteamericano apeló esas resolución. El pasado 11 de agosto quedaron anuladas.
En la siguiente audiencia el gobierno estadounidense podrá presentar nuevos fundamentos, por los cuales deberían extraditar al periodista y éste por su lado tendrá que demostrar que su llegada a ese país pone en riesgo su vida o su integridad física.
El fundador de Wikileaks podría enfrentar cargos de hasta 175 años de prisión por haber violado la ley de espionaje, al publicar crímenes de guerra cometidos por el gobierno estadounidense.
Aunque el caso por el que se le acusa de piratería informática está basado en el dicho del testigo Sigurdur Ingi Thordarson, quien fue acusado de fraude y abuso sexual de menores. Este hombre aseguró que Julian le pidió hackear equipo gubernamental estadounidense. Sin embargo, después se confirmó que el testigo pudo haber sido fabricado por la fiscalía estadounidense, pues en el medio de comunicación de Islandia, “Stindin” admite que mintió en sus declaraciones contra el periodista, pues él nunca recibió las instrucciones de intervenir algún ordenador.
En México, Edith espera que se haga justicia, aunque sabe que el camino es largo pues el caso avanza muy lentamente.
“Todos deberíamos apoyarlo, alzar la voz como sociedad. Es un preso político al que se le están violando infinidad de derechos humanos. El caso Assange es un precedente de lo que le puede pasar a cualquier periodista de investigación o cualquier otro reportero que pretenda hablar verdades incómodas”.
No hay que olvidarnos del caso de Julian Assange porque este caso también es sobre nuestro derecho a la información, por eso nos compete a todos. Es nuestro deber como ciudadanos defender nuestros derechos y libertades, porque esta situación ha llevado a encerrar a un luchador social 28 meses en una prisión de máxima seguridad. Este es un precedente para la libertad de expresión y por eso creo que es importante defender su trabajo”, concluyó Edith.