La “Casita de la Lleca” es un espacio de incidencia social que surgió en 2003, para ofrecer una opción a migrantes y personas liberadas del sistema penitenciario, ubicado en medio de la Roma Norte, en Ciudad de México.
El proyecto nace en el año 2003 aunque desde 2002 tuvimos antecedentes en trabajos artísticos políticos que iniciaron con el ‘Proyecto 64’ en la colonia Felipe Ángeles. Todo tiene que ver con nuestra formación en artes visuales y nuestro interés de desarrollar proyectos artísticos de incidencia social”, sostuvo Lorena Méndez, artista visual y cofundadora de la “Casita la Lleca”, en una conversación con Once Noticias.
De acuerdo con Lorena Méndez, en el año 2002, una exigencia ciudadana pedía atención a la violencia y la poca seguridad del país, en particular en la capital mexicana.
“El proyecto nace como una respuesta a la ciudadanía, fue una idea para reducir la delincuencia. Conocíamos la herramientas artísticas porque durante años pudimos representar proyectos que tenían un impacto e iban más allá de lo efímero que puede ser una presentación artística, nosotros trabajamos en base a temas políticos estructurales”.
Hace unos días, el lugar que es sede de la “Casita de la Lleca”, recibió una notificación de desalojo por parte de una empresaria de Guanajuato, quien compró el inmueble en un remate hipotecario.
Prácticas artísticas contra la violencia
A la exigencia ciudadana con una cárcel para los primodelincuentes, desde “La Lleca” sabían que esa no era la meta al trabajar sobre el tema. Decidieron instalar un proyecto con educación popular dentro de la nueva prisión, todo basado en los cuidados, el cariño y la comunicación no violenta.
Iniciamos trabajado con prácticas artísticas, fue muy interesante porque el subdirector tenía un proyecto de testimonios de jóvenes que habían asesinado a sus padres y alguien de comunicación hacia la entrevista y tenían los videos. Me puse a revisar el material a cambio de que él nos entregara un oficio en el que nos permitían instalarnos con nuestro proyecto dentro de esa prisión”, comentó Lorena.
Al poco tiempo el proyecto salió de las instalaciones penitenciarias y tomó las calles de la exclusiva colonia Roma.
“Nosotros somos un grupo libertario independiste, no seguimos los protocolos ni las metodologías tradicionales que no acercan a los proyectos con la realidad de las comunidades, pensamos que no puede haber una distancia protocolaria entre las personas y su proceso. En este trabajo queremos saber qué pasa antes cometer un delito y qué pasa después. Aquí no existe un maltratador ni una persona maltratada, evitamos la comunicación jerárquica que impera en la sociedad”, explicó Lorena sobre el proyecto de “La Lleca”.
A la defensa del centro cultural
A pesar de que Lorena llegó muy joven a ese lugar en el año de 1999, se ha hecho cargo del espacio para cuidar el lugar y las actividades artísticas que ahí se desarrollan.
En la década de los años 90, el dueño del lugar hipotecó la propiedad en el banco Banamex, después de un tiempo la deuda pasó a Banorte y posteriormente hubo un remate en el juzgado.
Lorena llegó a este remate como encargada de la propiedad y como activista de la Lleca, “pero no pudimos acceder a comprarla porque no teníamos el dinero para pagar. Esto trajo consecuencias porque no pude hacer nada el día que se remató. Posteriormente una inmobiliaria tomó el proceso y sacó una oferta con información de que hay personas que habitan el lugar y prometió que nos iban a sacar”, indicó sin detallar el nombre de la inmobiliaria.
La defensa con abogados comenzó porque Lorena considera qué más que una vivienda para ella, para su madre y su hijo “es un espacio muy importante y único por las características y la continuidad de su proyecto”.
Cuando decidieron pedir un préstamo para pagar esta propiedad, buscaron a Irene Victoria López, la empresaria que compró el litigio a la inmobiliaria. Le explicaron el proyecto de “La Lleca” y la importancia que tiene en varias comunidades, sin embargo, continuó con el proceso legal que ahora los tiene amenazados con un lanzamiento.