Reportajes especiales

Colectivos de familias entrarán con FGR a “campo de exterminio” en Tamaulipas

Delia Quiroga es hermana de Roberto, desaparecido el 8 de mayo de 2014, tras un secuestro en Tamaulipas. Desde esa fecha se fue convirtiendo en defensora de derechos humanos y vocera de la Unión de Madres en Buscadores de Tamaulipas, que se integra de 13 colectivos del estado.

Desde ese día, Delia no ha dejado de buscar a su hermano y uno de los puntos más importantes para su búsqueda está en el predio de La Bartolina, un lugar sobre el kilómetro 25 de la carretera federal que entra a Matamoros. Desde 2017 y hasta junio de 2021, en este espacio se han encontrado 500 kilogramos de restos humanos según datos de Karla Quintana, comisionada Nacional de Búsqueda.

La Fiscalía General de la República (FGR) es quien decide qué colectivo entra a los lugares de búsqueda. Eso ha desatado inconformidad en las familias que no han podido tener acceso, según explicó la fuente a Once Noticias.

Las buscadores de Tamaulipas confesaron que están en constante peligro, pues cualquier diligencia, búsqueda o movimiento que hacen está vigilado por paramilitares, es por eso que el 12 de agosto la Unión de Colectivos de Madres Buscadoras en Tamaulipas lanzó un video en el que pedían permiso a los carteles de la zona para iniciar la búsqueda, recordándoles que las familias no buscan culpables sino a sus seres queridos desaparecidos.

La Unión de Colectivos brinda asesoría jurídica a las familias y acompañamiento cuando van a hacer algún trámite y las autoridades se lo impiden o no saben cómo hacerlo. También organizan búsquedas en campo o diligencias de procesamientos como en la exhumación masiva de la ciudad Miguel Alemán, donde estuvieron desde abril de 2018 y terminaron hasta junio de este año.

Las familias revisan que la autoridad no deje de trabajar y supervisan los hallazgos y el tratamiento que les dan, al final del día piden un reporte diario de los hallazgos y todo eso lo van documentando.

Los colectivos tienen que ser parte de este trabajo por la desconfianza que le tenemos a las autoridades, a veces en Tamaulipas nos ocultan cuántos restos encuentran y en dónde estaban y a quién se le entregan. Por eso tenemos que vigilar su trabajo, para confirmar qué hacen lo que manda la ley. Los funcionarios están muy amañados, es todo un sistema que se dedica a evadir sus responsabilidades y por eso es que tuvimos que hablarle a los cárteles, porque las autoridades no quieren hacer su trabajo”, explicó Delia Quiroga.

Tras ese mensaje dirigido a los paramilitares, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se comunicó con la Unión de Colectivos para empezar a organizase y fue así como entraron al predio de La Bartolina y señalaron negligencias de la Fiscalía.

Lo principal es que no hay resguardo en ese predio, para la magnitud de problema, porque es un campo de exterminio, es para que estuviera resguardado 24 horas. Otra cosa que vimos es que no se están investigando los indicios porque encontramos casquillos y ropa que no habían sido levantados por los peritos. Ya tienen tres años que están sacando huesos de ahí y hasta el momento no han informado de alguna identificación, no es posible que estén sacando los huesos de un lado para meterlos en otro”, sentenció la buscadora de Tamaulipas.

Después de entrar al predio los colectivos pidieron la intervención de peritos, pero el personal de la FGR impuso algunas restricciones sobre las familias que podrían pasar a ver ese trabajo, fue así que se decidieron ‘plantar’ frente a la Fiscalía y exigir un trato igualitario para todas la familias de desaparecidos en Tamaulipas.

“Logramos que se inicie la diligencia de manera inmediata (el lunes 23 de agosto) y que más colectivos puedan entrar al predio. Nosotras sabemos que la mayoría de las fosas han sido localizadas por las familias y a pesar de que hacemos todo ese trabajo no quieren brindar seguridad y si nosotros nos animamos a ir y encontramos algo, la Fiscalía no quiere ir a levantar. Esperamos que se procese de manera correcta el predio, que se saque hasta el último hueso y que ese lugar se resguarde con dignidad porque la paz de muchas familias está dentro de la Bartolina. Yo lo único que quiero es encontrar a mi hermano y ponerlo a descansar y así ponerme a trabajar en algo normal”, concluyó Delia Quiroga.

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