Tras la decisión de Vladimir Putin, presidente de Rusia, de realizar operaciones militares en territorio ucraniano, la ya existente ‘rusofobia’ se ha agravado y ha llegado no sólo a la esfera política y económica, sino que también al social y cultural.
En el mundo se han visto desde ataques xenófobos hasta a la cancelación de literatura rusa, ante este panorama Once Noticias conversó con Mario Campa, economista y politólogo del ITAM.
“Es cualquier asociación a algún aspecto ruso, se genera un rechazo en automático irracional, impulsivo y visceral, con la Guerra Ruso-Ucraniana se ha dilatado este sentimiento”.
El politólogo señaló que la Guerra Fría es un gran antecedente de esta ‘rusofobia’, en Estados Unidos hubo señales de macartismo de manera interna, donde hubo muchas personas encarceladas. Se generó cierto estigma a cualquier cosa relacionada con lo ruso.
“En la actualidad, la vacuna Sputnik fue rechazada en varias partes del mundo, en Argentina llegó a haber cierto rechazo a la vacuna, aunque fuera de las pocas opciones que se podían conseguir en un inicio. En México figuras como Lilly Tellez alimentaron el estigma a la vacuna rusa, periodistas incluso llegaron a debatir su tasa de éxito. Reflejo de un ambiente crispado que se prolongó durante décadas”, precisó.
Campa comentó que hay una gran cancelación de lo ruso a nivel internacional, que han llegado a instancias absurdas, como en la Universidad de Florida donde hubo una cancelación de un centro de estudios llamado Karl Marx, quien ni siquiera es ruso.
El gobierno ruso encabezado por Vladimir Putin tiene más de 70% de la cámara, no es un gobierno de izquierda, de hecho la principal oposición al líder ruso es del partido socialista. Muchas veces esta fobia llega con mucha desinformación.
“Hay estadounidenses que ya no compran vodka a pesar de que mucho de ese vodka es elaborado en Finlandia y en otros países europeos, se han visto sanciones a oligarcas rusos, al gobierno ruso, al banco central de Rusia; hemos visto de parte de la iniciativa privada y particular retirar inversiones; se ha forzado la venta del equipo inglés Chelsea porque su dueño era ruso, y se han cancelado funciones de artistas rusos que ni siquiera se habían pronunciado a favor o en contra de la guerra, además de la censura a medios rusos”, detalló.
En el ámbito deportivo, la Selección Nacional de Rusia fue eliminada del Mundial de la FIFA Qatar 2022, así como los clubes de la liga rusa que estaban en competiciones europeas; la FIA canceló el Gran Premio de Rusia; el Comité Olímpico Internacional recomendó expulsar a los atletas rusos y bielorrusos de todas las competencias; se cancelaron competiciones de natación y boxeo y el mundial de voleibol que se jugaría en Rusia.
“Los medios sin duda alguna alimentan la rusofobia, son raros los medios que no van contracorriente, con todo respeto, se han subido al barco de Ucrania en la guerra, algunos de ellos abiertamente como porristas de la guerra tomando un bando”, consideró.
El especialista comentó que los medios han justificado que la única vía para detener la guerra es apoyando a la milicia ucraniana, de ciertas acciones de polémica humanitaria.
“En los medios estadounidenses cuando hubo un acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela, al día siguiente ya hablaban de un retorno de miles de migrantes a Venezuela conforme el país ha ido adoptando el capitalismo; simplemente por un acuerdo de compra de petróleo. Los medios líderes supuestamente neutrales entraron en una dinámica propagandística a favor de Estados Unidos y en contra de Rusia”, dijo.
Campa explicó el peligro cultural de esta rusofobia, mencionó que hay una cancelación de autores rusos que nada tienen que ver con la guerra, incluso llevan muertos 100 años. Han habido ferias internacionales que se niegan a poner autores rusos.
Puntualizó en que este tipo de estigmas pueden durar épocas, incluso puede llevar esto a que Rusia se aísle, lo que podría generar cierto resentimiento de la población rusa al exterior. Lo que puede provocar que el conflicto se extienda por mucho tiempo, situación que vislumbra peligrosa porque consideró que es difícil desmontar tanto odio acumulado por años, por lo que puede escalonar en otro conflicto.
“Se está creando un caldo de cultivo que puede llevar a la desestabilización después de la guerra, lo que puede crear un ambiente inhabitable para una zona multiétnica donde hay ucranianos rusodescendientes además de otros grupos étnicos”, indicó.
¿Qué papel ha tomado México en este escenario?
Mario Campa consideró que México ha tomado una postura no alineada con ninguna potencia, no apoya la idea de suministrar con armas a Ucrania y tampoco válida la invasión rusa. En las Naciones Unidas votó en contra de la guerra, haciendo un llamado a la diplomacia.
“México no tiene una relación cultural, social y comercial muy fuerte con Rusia, como si lo tienen países como China e India, pero tampoco válida el aumento de presupuesto bélico que hay en Europa y Estados Unidos con tal de que la OTAN se fortalezca. México desistió de entrar en esa dinámica, tomó una postura muy sensata”, finalizó el experto.