¿Quién no ha deleitado su pupila con el rojo intenso de una nochebuena? Según cuenta una leyenda, la flor de Nochebuena nació de la historia de una niña de nombre Mixtli que no tenía que darle de regalo al niño Jesús en Navidad.
Esta leyenda que se halla en “La Gacetita” de la Universidad de Guadalajara, explica que Mixtli fue consolada por su primo Tonalli quien sin más le dijo: “estoy seguro que aún el más humilde regalo, si es ofrecido con amor, será más que bienvenido ante sus ojos”.
La niña hizo un ramo que formó con un puñado de hierbas; al llegar al altar y depositarlo frente al Niño Dios, recordó las palabras de su primo. De repente, sintió que su espíritu se elevaba y el ramillete de hierbas estalló en flores en forma de estrella y de intenso color rojo que hoy conocemos como Nochebuena.
Una historia prehispánica
Por su parte, el portal ciencia.mx en un reportaje especial titulado: “Nochebuena, al rescate de un patrimonio botánico”, sustenta su aparición en un relato documentado en la época prehispánica, cuando la planta era llamada cuetlaxochitl, que en náhuatl significa “flor que se marchita”.
Según ese relato, la Nochebuena era considerada un símbolo de pureza, que se utilizaba en remedios para enfermedades dermatológicas.
El mismo reportaje hace mención de una investigación titulada “Datos históricos y diversidad genética de las nochebuenas”, de la Revista Mexicana de Biodiversidad, donde se precisa que la planta de Nochebuena era cultivada en los jardines de Nezahualcóyotl y Moctezuma.
Posteriormente, sería incorporada por los frailes franciscanos de Taxco a la celebración del nacimiento de Jesús, debido a que su época de floración coincide en fechas de festividades decembrinas. De ahí que se diga que su origen es de Taxco.
Características propias
De acuerdo con AGROASEMEX, una institución mexicana de seguros que tiene como misión proteger el patrimonio y la capacidad productiva del sector rural, la Flor de Nochebuena es considerada el símbolo floral de la Navidad.
En México, es una de las plantas más conocidas, duraderas y predilectas de las fiestas decembrinas.
Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima y, se le conoce por los nombres de pastora, pascuero, noche buena, flor de pascua, estrella federal, poinsetia -en Estados Unidos- o estrella federal en Argentina, es oriunda de regiones tropicales de México, como la ciudad arriba mencionada, en el estado de Guerrero.
La mujer, al frente de este cultivo
Para conocer, cómo se cultiva a la flor de nochebuena Once Noticias se trasladó al Vivero Hidroflor, ubicado en el km. 16 de la carretera federal México-Oaxtepec, en San Gregorio Altapulco y cuya dueña es Elizabeth Luna Contreras, ingeniera agrónoma por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) campus Xochimilco.
Ahí, la experta en esta flor destaca, en primer lugar, cómo es que ella se involucró en esta actividad y la importancia que una mujer ya juega en este rol.
“Estuve cuatro años en la carrera, terminando me casé y hasta ahorita llevo casi 22 años dedicándome a esto”, dice en entrevista.
Elizabeth, se decidió por este cultivo debido a que la familia de su esposo se dedica a la planta ornamental y en especial a la nochebuena; entonces a ella le llamó la atención y así empezó a involucrarse en esta actividad.
“Empecé a meterme en ese cultivo y la verdad me gusta porque es un cultivo que dedica demasiado tiempo, y que, al final da mucha satisfacción cuando empieza a salir, pero además porque al inicio me daba tiempo de atender a mi hijo y hacer mis demás actividades”.
Además, considera que ese trabajo del sembradío, que antes estaba enfocado al sector masculino por considerarlo “rudo” ha ido cambiando gracias a las múltiples maneras en que la tecnología se ha ido presentando en la vida del ser humano.
“Este trabaja ya no es únicamente para el hombre; yo siento que aunque sea rudo nada, no hay nada hoy en día que la mujer no pueda hacer y, ahora hasta es más con la tecnología”.
¿Cómo se siembra la Nochebuena?
Elizabeth relata que los dueños de invernaderos empiezan a pedir la plántula, desde finales del mes de diciembre.
En botánica, se llama plántula, a la planta en sus primeros estadios de desarrollo, desde que germina hasta que se desarrollan las primeras hojas verdaderas.
“Es precisamente cuando ya tenemos de dos a cuatro hojas ya verdes; se nos manda el ‘piecito’, por así decirlo, pero ya enraizada; y dependiendo el tamaño de la flor es como se van trabajando”.
Añade que, por ejemplo, un macetón se comienza a trabajar desde el mes de enero. La flor de siete pulgadas desde mayo, la de seis, a partir de junio o julio y en meses posteriores, la de cinco, cuatro y tres pulgadas, así en forma escalonada.
Apunta que de esa forma se van dando los diversos tamaños y dependiendo de éstos, se verá el número de podas que van requiriendo, es decir, la de siete pulgadas necesitará dos podas, la de seis, una poda y así sucesivamente.
“Entonces nos mandan la plántula y nosotros ya debemos tener preparado el sustrato que es la tierra preparada con todos los elementos para poder trasplantar esas plántulas y tener lista la maceta; así empezamos a trasplantar desde mayo hasta esta fecha empiezan a salir”.
Cabe señalar, que los sustratos son un elemento vital a la hora de cultivar cualquier tipo de planta y, aunque existen sustratos universales que tienden a funcionar bien con la mayoría de plantas, existe una gran cantidad de tipos de sustratos en jardinería.
Los diversos colores y variedades de la flor de Nochebuena son:
- Sonora blanco glitter
- Monet twilight
- Limonada
- Mona lisa
- Ice punch
- Prestige red
- Joy pink
- Freedom
- White red
- Festival
Elizabeth platicó que la tradicional es la roja (Prestige red), es la que trabajan y es la más duradera; os dijo que antes, había otras como la Subdiji y que eran precoces, por eso no llegaban al término de la temporada, ahora se trabaja la Prestige, porque se garantiza que va a durar hasta enero o febrero, dándole los cuidados necesarios.
Esos cuidados son que, al interior o fuera de la casa en la sombra, deben regarse dos veces a la semana y no hay que ponerle nada de agua directamente en las hojas rojas, porque se empiezan a poner blancas. Ello indicará la aparición de un hongo, la colocación del agua debe ser en la raíz.
“Esta planta es muy delicada, entonces hay que revisar para buscar plagas y enfermedades”.
Una vez que ya está listas para comenzar su venta a mediados o finales de octubre, se debe de dar cuidado para conservarlas en buen estado, sobre todo, por los cambios de temperatura brucos que hay en la temporada y por el rumbo.
“Nosotros, de hecho, empezamos a taparla por el 15 de septiembre para que empiece a pigmentar con el fertilizante y tapándolos con los plásticos negros, nosotros vamos dándoles más velocidad a esa pigmentación porque le damos más horas de oscuridad a la planta y estamos acelerando el proceso”.
Ahorita, ya con las flores listas y con las heladas esporádicas que llegan a presentarse, Elizabeth y su esposo cubren con plástico el vivero, debido a que las temperaturas descienden mucho por la noche.
“A las cuatro de la tarde, ya bajamos todo alrededor (señala el perímetro del vivero) para empezar a guardar calor; a las entonces a las 5:30 o 6 empezamos a tapar para que no les pegue las heladas negras, que nos da en la torre porque no la podemos controlar porque se mete por manchones y nos llega a perjudicar o a quemar la planta”.
Explica que la helada negra es muy perjudicial para las plantas y se presenta cuando la temperatura del aire, aun por debajo de los cero grados, no alcanza el punto de rocío y no hay formación de cristales de hielo sobre el vegetal.
Bajo esas circunstancias, los tejidos de la flor sufrirán quemaduras más o menos graves que darán a la planta una apariencia negra. Esas heladas son temidas por el sector campesino.
“Y es que, la helada negra no se puede ver, nada más vemos que las plantas están quemadas, parece como si estuvieran hervidas”.
¿Cómo les ha ido en pandemia?
Elizabeth recuerda que, en los años anteriores, donde la economía estaba sufriendo los estragos de la pandemia por COVID-19, se cultivó menos planta en comparación con tiempos de prepandemia.
“Pero sí hubo venta, no nos podemos quejar, sí vendimos menos planta; este año producimos en este vivero solo entre 8 a 10 mil plantas de todos los tamaños”.
Hasta el momento, la alcaldía Xochimilco no ha dado un estimado de la cantidad de Flor de Nochebuena que se tiene contemplado vender en esta temporada; no obstante, de acuerdo con las apreciaciones de Elizabeth, en cuanto a su propia producción este 2022, cada vivero tendría una venta de entre 8 y 10 mil ejemplares.