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Crisis del agua en Nuevo León tiene un panorama sombrío

La crisis del agua en Nuevo León se ha agudizado desde febrero de este año, cuando las autoridades emitieron una declaratoria de emergencia. Sin embargo, el panorama no termina por ser alentador dada la escaza disponibilidad del recurso hídrico, así como las problemáticas que derivan del descontento de la población por las concesiones que hay para uso del recurso en industria y fines agrícolas.

El recuento

El pasado 2 de febrero Nuevo León emitió una declaratoria de emergencia debido al desabasto de agua y una sequía en las presas de La Boca, José López Portillo, conocida como Cerro Prieto y el Cuchillo. Todas son fuentes superficiales y abastecen el área metropolitana.

Esta situación conllevó a que el 22 de marzo se emitiera el plan “Agua para todos” que consiste en reducir la presión del agua en el estado, según la división del área metropolitana establecido en siete zonas, en las que un día a la semana se hará dicha reducción, a partir de las 9 de la mañana.

Según el monitor de sequía en México, hasta el pasado 31 de marzo de 2022, principalmente en la parte del Bajío y norte del país, prevalece una sequía moderada, aunque en algunas partes de la región noroeste y noreste se encuentra una sequía anormal y de severa a extrema.

En el caso de Nuevo León, la ausencia de lluvias no ha favorecido a la entidad, por ejemplo, cuando se emitió la declaratoria las autoridades dijeron que las presas se encontraban por debajo de 40% de nivel de abastecimiento. Cerro Prieto tiene sólo 9% de su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) y La Boca tiene 18% de NAMO.

El gobernador Samuel García aseguró en sus redes sociales que la sequía en estas presas se debía a la irresponsabilidad de administraciones anteriores.

El 7 de abril, autoridades de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), a cargo de Juan Ignacio Barragán Villarreal, señalaron que para salir de la crisis del agua la población debía bajar el consumo de los 13 mil litros por segundo para conservar las fuentes. En ese comunicado advirtieron que el período más crítico será en verano, por lo que es un desafío que la población baje su consumo, a través de una serie de recomendaciones para cuidar el recurso hídrico.

Por esta situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció ante el problema del agua en su conferencia matutina, del 29 de marzo, y sostuvo un encuentro con el gobernador del estado, Samuel García, en la que comunicó que hubo interés y se plantearon proyectos a favor para resolver dicha problemática.

No obstante, la semana pasada integrantes y miembros de 21 organizaciones y colectivos -entre los que destacaron el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire, Plan San Pedro, Evolución Mexicana, Piensa Verde, Unidos por El Huajuco, Comité Ecológico Integral, Nuevo León Resurge y Vertebra-, entregaron un pliego petitorio ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para exigir que no se otorguen, renueven o extiendan concesiones de agua en zonas urbanas.

Además de que se hagan auditoría a estas concesiones para que empresas y particulares se conecten a la red de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) y paguen lo justo de su consumo. Pidieron transparentar la información relativa a las concesiones de agua vigentes en el estado.

Según el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) hay 794 industrias que tienen concesiones de agua en la entidad. Algunas de las empresas que extraen más volúmenes de aguas nacionales son Industrias Alcali SA de CV (4 millones 457 mil 000.00 m3/año), Ternium México (2 millones 522 mil 880.00 m3/año) y Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma SA de CV (1 millón 419 mil 120.00 m3/año).

La entidad se ubica en una zona de escasa disponibilidad de agua. 56% del líquido proviene de fuentes superficiales y 44% de fuentes subterráneas.

Según el Plan de Desarrollo de Nuevo León 2022-2024, publicado recientemente, se estima que para 2030 contará con 746 m3 por habitante por año, debido al crecimiento poblacional y al aumento de demanda de las actividades productivas. Según las proyecciones demográficas, para el año 2050, habrá más de 8.3 millones de habitantes.

Conagua reportó que en 2020 el consumo de agua de Nuevo León se destinó principalmente a tres fines: agrícolas (68%), abastecimiento público (28%) e industria autoabastecida (4%).

Hasta el año pasado la demanda de agua potable alcanzó los 16.8 m3/por segundo para abastecer a más de 5.7 millones de habitantes, de los cuales 80.2% se concentra en los municipios de la Zona Metropolitana.

Uno de los principales objetivos del Plan de Desarrollo es elaborar un Plan de Resiliencia Hídrica para la Zona Metropolitana, así como un Plan Integral de Manejo de Aguas Pluviales PIMAP. Según detalla el documento otras metas son aumentar la disponibilidad del agua, disminuir el consumo per cápita (litros diarios por habitante) así como impulsar el tratamiento y reúso de agua residual tratada y lodos, sólo por mencionar algunos.

Panorama sombrío, algunas acciones

El problema del agua, sin embargo, como ya ha mencionado el Consejo Consultivo del Agua AC es sombrío. Para 2030 se tiene un panorama que advierte que 81% de la población total se asentará en localidades urbanas y 70% del crecimiento poblacional será en regiones donde ya existe un alto grado de presión sobre el recurso hídrico. En el caso de Nuevo León la región hídrica es Río Bravo.

El diagnóstico del agua del Consejo Consultivo detalla que 78% del agua se utiliza para fines agropecuarios en el país. Según datos de REPDA en Nuevo León hay 5 mil 561 concesiones para uso agrícola.

“El agua para usos agropecuarios es virtualmente gratuita, no paga derechos por el uso del recurso y además recibe un alto subsidio en el costo de la energía para los casos en los que se utilizan aguas subterráneas, lo cual promueve la ineficiencia y la sobre-explotación”, detalla el diagnóstico del agua.

El diagnóstico agrega que además de que el sector agropecuario en el país genera 62% de las aguas residuales (cargas orgánicas, plaguicidas y fertilizantes, entre otros contaminantes).

El pasado 7 de abril, luego del llamado que hizo el Ejecutivo, en conferencia matutina, y de la entrega del pliego petitorio de los colectivos, el sector industrial de la entidad anunció que cederían 20 millones m3 de agua potable al año para ser incorporados a la red de distribución de la zona metropolitana, administrada por SADM.

Así lo informó Rodrigo Fernández Martínez, presidente de la Cámara de la Industria de Transformación en Nuevo León (Caintra). Agregó, entre otros puntos, también que analizan:

“la cesión temporal de pozos, el apoyo en la rehabilitación de los que no eran utilizados, ayuda en la exploración y acondicionamiento de fosas profundas, el uso eficiente del líquido y el incremento en la utilización de aguas tratadas”.

Resaltó que urge también “el compromiso estatal para mejorar la infraestructura de SADM, ya que tres de cada 10 litros de agua actualmente se desperdician por fugas”.

Rodrigo Fernández relató que una compañía que no estaba contemplada se apuntó a esta iniciativa recientemente, por lo que confió en que lo que la cantidad aportada de litros de agua podría ser mayor a medida que más empresas se puedan sumar.

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