El conflicto entre Rusia y Ucrania registra varios factores y contextos históricos que convergen en la situación actual. Con la invasión del ejército ruso a territorio ucraniano, las alarmas en Occidente se encendieron. Rainer Matos Franco, internacionalista por El Colegio de México y actual estudiante de doctorado en Historia rusa por la Higher School of Economics de San Petersburgo, detalló a Canal Once los antecedentes históricos de este conflicto. La historia entre ambos países es tan extensa que podríamos remontarnos hasta un milenio atrás, pero este conflicto se puede entender desde 1918, año en que se fundó la República Soviética de Ucrania y la de Rusia, quienes en 1922 formarían parte del mismo Estado, la URSS, así lo explicó el especialista. En 1954, Nikita Jrushchov, quien fue dirigente de la Unión Soviética durante una parte de la Guerra Fría, decide transferir la República Autónoma de Crimea, que era parte de la República de Rusia, a la República de Ucrania, celebrando 300 años de la paz entre los entonces monarcas de Ucrania y el principado de Moscú a mediados del siglo XVII.
“Realmente no sé por qué lo hace, pero es una transferencia para que administrativamente Ucrania se hiciera a cargo de Crimea, el tema es que en esta región habían y hay más rusos hasta la fecha”.Otro año a destacar es 1991, con la caída de la URSS, Ucrania se declara independiente al igual que otras repúblicas que pertenecían a la Unión Soviética. “Ucrania tiene una conformación extraña en donde la mayoría de las provincias son ucranianas excepto Crimea y otras minorías significativas de Dombás: Donetsk y Lugansk, dónde había desde rusos, que era un tercio de la población en ambas provincias, húngaros, rumanos y búlgaros”, detalló. Matos explicó que Ucrania se estableció como un gobierno central, es decir, el presidente decide sobre todos los estados desde el centro. Se declaró el ucraniano como la única lengua oficial, siendo un país multiétnico. A principios de 2014 surge una serie de manifestaciones conocidas como Euromaidan o la Revolución de la Dignidad.
“Protesta masiva en Kiev en contra del presidente Yanukóvich, en favor de la asociación a la Unión Europea, eran ucranianos del noroeste del país, que es la parte más nacionalista y rural, región que habla ucraniano y dónde la economía rural empuja hacia la Unión Europea porque ésta subsidia muchísimo la política agrícola; en cambio en el sureste de Ucrania (Dombás) es una economía central, una población urbana que habla ruso, étnicamente ucraniana, una economía proteccionista, regionalista que sabe que si entra a la Unión Europea no sería una región competitiva”, explicó.El especialista, quien es autor de dos libros publicados por El Colegio de México: “Historia Mínima de Rusia” y “Limbos Rojizos: la nostalgia por el socialismo en Rusia y el mundo poscomunista”, señaló que tras el Euromaidan viene un cambio muy notable. Se impone una Ucrania nacionalista con la salida de Yanukóvich. Viene una coalición gobernante surgida de los partidos que apoyaron las protestas con una retórica nacional muy fuerte.
“Se deroga una ley de idiomas dónde sólo el ucraniano es el idioma oficial, por lo que el sureste de Ucrania (Dombás) se sintió negado, tanto su identidad y su cultura”.Matos precisó que marzo de 2014 es otra fecha a destacar, debido a la anexión de Crimea a Rusia, luego de protestas en el sureste de Ucrania. “En abril de 2014, hay protestas contra el nuevo gobierno en la región de Dombás, dónde los protestantes son ucranianos que hablan ruso pero que quieran seguir formando parte de Ucrania, pero la plural. El gobierno decide enviar al ejército y tras una disputa dónde hubo varios civiles muertos, comenzó la Guerra de Dombás, me parece que antes de 2022, es la fecha clave para entender la situación”, expresó.
Y ahora, ¿qué sigue?
Ayer por la tarde, Joe Biden, presidente estadounidense, condenó la invasión rusa, la tachó como una acción premeditada por parte de Putin. Mencionó que habrá sanciones económicas contra Rusia y puntualizó que la relación con los rusos está totalmente rota. La internacionalista y colaboradora de Forbes, Arlene Ramírez, analizó la situación actual del conflicto y lo que prevé del mismo.“Parte de las sanciones económicas y el posible bloqueo SWIFT bancario a Rusia, la respuesta rusa va a incrementar un poco las tensiones, buscando presionar a Occidente para que no se lleven a cabo y amagar con el tema de gas natural y petróleo”, señaló en entrevista con Once Noticias.La especialista explicó que descarta una intervención militar de la OTAN, al menos de momento, puesto que Ucrania no forma parte de ella, la capacidad operativa de la organización sólo se desplegará si un miembro queda en medio del ataque o es susceptible a uno. “Estar pendientes de las acciones comerciales de China, actor fundamental para entender la postura rusa frente a las sanciones, además respecto a las siguientes acciones militares que podría llevar a acabo Putin unilateralmente”, consideró. Además recalcó que esto ya es un conflicto, pero no se puede considerar una guerra mundial o una guerra fría, no ha habido bloqueos ni sanciones militares, así como tampoco armamentistas, pero señaló que inevitablemente ya es un conflicto que toca esferas occidentales.
“La realidad es que el mundo ha cambiado tanto que Estados Unidos está muy desgastado económicamente al igual que la Unión Europea, esto llega en un escenario todavía pandémico, hay mucho desgaste económico, desde desaceleraciones económicas hasta inflación, no es un panorama idóneo para una guerra”, finalizó la especialista.