Reportajes especiales

Democracia incrementa 11 años esperanza de vida: Universidad de Columbia Británica

El estudio advierte que se trata sólo de un promedio, pues aún en regímenes democráticos hay condiciones de alta desigualdad

El hecho de que la gente viva en países democráticos le ayuda a vivir 11 años más en promedio comparado con otros regímenes, asegura un estudio hecho por la Universidad de Columbia Británica. Andrew Patterson, investigador de dicha Universidad y responsable del estudio, señala que los ciudadanos en un país democrático pueden solicitar servicios como el de salud, aunque también asegura que la longevidad dependerá de cuál sea el Producto Interno Bruto de cada país. “La sabiduría común dicta que en las democracias, los ciudadanos pueden impulsar políticas y solicitar beneficios que de otro modo no podrían hacer en otro tipo de régimen. Pero esta investigación muestra que los factores económicos también pueden ser una parte importante del panorama. “Si bien nuestro estudio indica que las personas en democracias pueden vivir 11 años más que los ciudadanos de países no democráticos, el producto interno bruto (PIB) de un país representa ocho de esos años en los modelos. Una vez que controlamos el PIB, las personas viven sólo tres años más, en promedio, en comparación con los ciudadanos de países no democráticos”, señala el investigador en una publicación de la Universidad de Columbia Británica. Brenda Estefan, analista internacional, coincidió en que las libertades de un país con régimen democrático significa que podrían existir mejoras en el sector salud, y por ello, hay una mayor probabilidad de vida. “Es más probable que las democracias lleven a cabo mejoras en el sector salud que las autocracias, que no se enfrentan a la presión de sus electores por una mejor atención médica y no tienen que rendir cuentas a sus gobernados. Esto es relevante en un mundo que enfrenta fuertes ataques contra las democracias”, afirma la experta. El estudio de la universidad británica revela que el hecho de que las personas vivan más años en regímenes democráticos dependerá del vigor o el tiempo que tenga instaurado dicho gobierno. Y es que el estudio señala que as personas que residen en una democracia durante su primer año de gobierno viven dos años más en promedio. Sin embargo, el estudio asegura que en países que han sido democráticos durante más de 25 años, las personas disfrutan de 14 años de esperanza de vida adicional en comparación con quienes viven en países no democráticos con una experiencia similar. Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues el estudio también muestra que aunque las personas vivan en un régimen democrático, la desigualdad de ingresos es un tema que afecta de manera radical la salud y por lo tanto la esperanza de vida. “Una posible interpretación de estos hallazgos es que las personas viven más tiempo en las democracias porque estos países son más ricos. Tienen un capital más fuerte, poder adquisitivo e influencia política. En otras palabras, el dinero compra salud al mismo tiempo que la democracia crea riqueza. Sin embargo, las democracias no parecen mejorar la salud de la población al reducir la desigualdad de ingresos. Esto es algo sorprendente ya que uno de los principios fundamentales de la democracia es que debería hacernos a todos libres e iguales ante la ley”, advierte Andrew Patterson. Incluso, el investigador asegura que el impacto es el mismo en la tasa de mortalidad infantil. Advierte que las democracias tienen una reducción en la mortalidad infantil de 12.7 por ciento en promedio durante su primer año de gobierno, pero esta diferencia aumenta a una reducción de 77.5 por ciento para los regímenes que tienen al menos 25 años. El estudio concluye que los factores políticos tienen implicaciones para la salud. “Aunque el acceso a los medicamentos es importante, algunas cosas ocurren a mayor escala que pueden determinar cuántas personas se enferman y si hay medicamentos para curarlas. El estudio sugiere que la forma en que se toman las decisiones en una sociedad, ya sea que se compartan en lugar de provenir de una sola persona, los protocolos organizacionales que existen y las infraestructuras institucionales tanto dentro como fuera del sistema de atención de la salud, todas estas cosas son importantes. “Si bien parece que la democracia y la esperanza de vida están vinculadas, nuestro estudio no hace ninguna recomendación general de que los países deban democratizarse o que el crecimiento económico sea la panacea de las intervenciones de salud. No existe necesariamente una forma única para manejar los problemas de política. Por ejemplo, muchas personas han presionado por medidas de austeridad desde la década de 1980 como una cura para el crecimiento económico atrofiado, pero ha surgido evidencia que sugiere que estas políticas no son buenas ni para el crecimiento ni para la salud”, dice el estudio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button