La construcción del cuarto muelle de cruceros en Cozumel, Quintana Roo, hasta este momento, está detenida temporalmente, por órdenes de un juez. Luego de que, en diciembre, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobara la obra y fuera publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), grupos ecologistas iniciaron una batalla para impedir que Cozumel se “convierta en una terminal de muelles”. La Semarnat dio luz verde a ese proyecto bajo una serie de condicionantes que obligan a la empresa promovente (Muelles del Caribe S.A. de C.V.), a presentar un plan de manejo ambiental de la zona que impactará la obra, así como la aplicación medidas de prevención, mitigación y compensación ambiental. La dependencia refirió, en su momento, que en la zona donde se construirá el muelle se reporta la presencia de siete especies de flora y cuatro especies de fauna, las cuales se encuentran catalogadas en alguna categoría de riesgo, conforme a lo establecido en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Lo anterior implicaba que Muelles del Caribe, “deberá pagar una garantía, cuyo monto aún está por determinarse, además de que deberá designar a un Supervisor Ambiental, quien tendrá como objetivo evaluar la ejecución y operación del proyecto en los términos manifestados y dar seguimiento a la aplicación del programa de manejo ambiental; además, realizará las evaluaciones sobre la eficiencia y eficacia de estos, todo ello de forma autónoma al promovente y a quien ejecute el programa de manejo ambiental”.No obstante, ciudadanos de la zona y luchadores en favor del medio ambiente plantean innecesaria la construcción de un nuevo muelle, advirtiendo afectación en materia ambiental, social y económica.
Juez suspende obra
Fue así como a principios de febrero, a través de un amparo, un grupo de ciudadanos de Cozumel logró la suspensión provisional de esta construcción. La suspensión provisional obedece al amparo interpuesto por el Colectivo Ciudadano Isla Cozumel con el acompañamiento jurídico del Centro contra la Discriminación AC (Cecodi) ante el Poder Judicial Federal, a fin de lograr la suspensión de la obra porque “no fue respetado el ‘Derecho a la Ciudad’ de las personas cozumeleñas y poner en riesgo el ecosistema de la isla”, justificó Cecodi. El caso, jurídicamente hablando, también está en manos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); sin embargo, al tratarse de un caso en litigio no se ha obtenido declaración de los abogados para conocer el proceso.Ambientalistas en contra
El cuarto muelle se proyecta en la carretera sur, antes de llegar a Puerto Maya, donde se ubica el “único arrecife costero” de Cozumel. Es una zona de conservación, tal como comparte Guadalupe Noemí Martín, presidenta de Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (Cimac). La ambientalista agrega que a pesar que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto arroja que, en esa zona, sólo habitan tres especies de coral, investigadores y académicos independientes de Cozumel han elaborado estudios que demuestran que “existen por lo menos 20 especies de coral en la zona donde se pretende construir el muelle”. Estudios técnicos fueron presentados como argumentos en contra, en la consulta pública, que se llevó a cabo entre abril y mayo. En esa consulta, incluso, intervino change.org, una organización que “mueve” a gente de todo el mundo, que colabora con responsables de tomar decisiones, para generar soluciones. La página de esta organización señalaba que, “a cercanía directa de la propuesta de construcción de un nuevo muelle de cruceros en Cozumel, se encuentran importantes arrecifes, parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM): el arrecife de coral más grande del hemisferio occidental, que se extiende a lo largo de casi 1000 km desde el extremo norte de la Península de Yucatán hasta las Islas de la Bahía en Honduras pasando por Belice y Guatemala haciendo de este ecosistema uno de los arrecifes de coral más grandes del mundo”.Refutan más ambientalistas
Entre otras asociaciones civiles interesadas en velar por la naturaleza y, opuestas al proyecto, están Cielo, Tierra y Mar (Citymar), Grupo Ecologista del Mayab, Manglares más vivos más sanos, Coral Reef Restoration, Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (Cimac), y empresas privadas como Sand Dollar Sports Dive, quien ve amenazada la práctica del buceo por esta situación.“Este municipio necesita obras que mejoren los servicios básicos y no un nuevo muelle (…) Nos preocupa el muelle de Caletita. Ya mandé varias denuncias porque no nada más perjudica los recursos naturales, también estaba en peligro porque un barco no es un coche, entonces cualquier movimiento nos podíamos quedar sin luz quién sabe cuántos días, porque ahí están los siete cables que nos dan mantenimiento a la isla de Cozumel”, aseguró Guadalupe Álvarez Chulim, presidenta de Citymar.
Radiografía del muelle
El muelle, de acuerdo con MIA, implicará una inversión de 511 millones de pesos. Se ubicará en la costa noroeste de la isla de Cozumel, tanto en zona terrestre (sobre la avenida Rafael E. Melgar en el kilómetro 3+625), como en zona marina y en la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat). Así mismo, se destaca que, la estructura propuesta, tendrá forma de L y abarcará una superficie de 1.16 hectáreas (ha) que permitirá el atraque de embarcaciones de hasta 362 metros de eslora. Será edificado sobre pilotes de acero y losas de concreto prefabricadas.- Estará compuesto por un puente de acceso o pasarela y la plataforma de atraque
- Su desplante iniciará en la Zona Federal Marítimo Terrestre, la cual se encuentra desprovista de vegetación costera
- El área no ocupada por la estructura del muelle en la Zofemat será utilizada para la colocación de una plataforma tipo muelle, añade el documento
- En la zona terrestre se construirá un edificio de dos niveles denominado Terminal de Cruceros
- Contará con una superficie de 1.1 ha, con el objetivo de servir como recepción para el abordaje y desembarque de pasajeros; contará con locales para establecimientos de diferentes giros, sanitarios, estacionamientos, zona para resguardo de equipaje, oficinas, entre otros usos.