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Edison Blas, heredero del arte de Oaxaca

Edison Blas es pintor, escultor, dibujante, grabador, fotógrafo. De sangre chinanteca, se define como un artista multidisciplinario e inquieto, quien a pesar de haber encontrado un estilo en sus obras, nunca pinta sobre un solo tema pues evita caer en la monotonía.

Once Noticias conversó con Edison Blas, quien esta semana estrenó una exposición en el Senado de la República llamada “Evocación a través del símbolo”, quien además afirma que su obra es parte de su andar en esta vida, pues están basadas en sentimientos, experiencias, estados de ánimo.


-¿Cómo inicias en el mundo del arte?

Me costaba un poco estar quieto en un solo lugar, como que tenía esa inquietud, esa energía siempre de querer hacer algo, pero exactamente no era canalizado por el arte, no había una orientación de mis padres.

Desde muy niño, yo creo que es la clásica historia de cómo todos los niños pintamos, nos expresamos a través del dibujo y de las rayas, y es de una manera informal, de una forma expresiva totalmente. Cuando voy creciendo, empiezo a descubrir ciertas tendencias, ciertos movimientos del arte, y una de esas es el graffiti que fue algo que llegó a mi alcance con una facilidad más cercana de querer crear o expresarme a través de la pintura.

El grafiti es algo que llega a mi alcance con una facilidad más cercana de querer crear o expresarme a través de la pintura. Entonces, ya pintaba yo con algunos materiales o hacía cuestiones con mis manos a través de barro, de plastilinas, pero empecé a descubrir ciertas vertientes más concretas, como talleres de arte abiertos al público en el Centro de las Artes de San Agustín en Oaxaca y el Taller Bambú de Artes Gráficas.

-¿Hay alguien más cercano a ti que te haya llevado por este camino de la pintura?

Sí, tengo una influencia muy fuerte que sí me marcó bastante. Él es una persona que es considerada prácticamente como un hermano para mí.

Fue un doctor, que ahorita ya no está con nosotros, pero él tenía esa parte que me hizo descubrir o que hizo despertar esa inquietud de poder crear, ya que yo veía cómo dibujaba, cómo pintaba y cómo tenía esa facilidad.

Y entonces él fue una inspiración que me hizo decir, yo quiero hacer esto. Y empecé a pedirle consejos. Él se llama José Cruz.

-¿Con qué estilo te identificas o cómo defines tus obras?

Pues Edison es un personaje inquieto en cuanto a ideologías, superficies y espacios, entonces trato de experimentar. He creado series que yo les he llamado como un símbolo de identificación, a tal grado que puedes ver un cuadro de repente en algún lugar y ya lo puedes significar, aunque a veces se me pase firmarlo, quizás uno no lo tenga adrede, y dices, este es un cuadro de Edison Blas, ya que he creado una iconografía que me identifica.

Adopto la imagen, la absorbo, la estudio y la empezamos a expresar a nuestra manera. Pero constantemente yo soy de la idea de no pintar una cuestión repetitiva todo el tiempo porque caigo en el aburrimiento.

También soy multidisciplinario, no solamente pinto, sino esculpo, hago dibujo, grabado. Entonces, los conceptos han sido variados, han ido cambiando, al igual que lo que pasa en mi vida.

-¿Qué es lo que lo inspira?

Hay piezas que yo creo que he estado en unos estados muy conscientes, muy tranquilos, que valoro mucho y los resultados son fenomenales. Tanto también hay piezas que muchas veces son incontrolables, son como si yo fuera un medio para expresarme nada más, porque me siento dominado por la materia, me siento dominado por estas cuestiones que pueden estructurar una obra, que sería, por ejemplo, el ritmo, la armonía, el contraste y la textura.

Entonces, yo creo que ese conocimiento de la materia lo contengo porque he experimentado con muchas cuestiones a lo largo de esta carrera y nunca se deja de aprender.

-Cuando terminas tus obras y las vuelves a mirar tiempo después, ¿te hace rememorar los momentos que viviste o que estabas viendo o que te inspiraron para hacerlas?

Sí claro, de hecho, yo antes de ser pintor me metí mucho en la fotografía, entonces tomaba fotografías y me encantaba esa parte de revisión, que cuando ves una fotografía, me acordaba justo del momento en que la tomé o el ambiente, entonces lo mismo me pasa con la pintura.

Lo que me ha pasado muchas veces, y yo creo que es algo un punto crítico para bien, y a veces estamos cegados de eso, es la autocrítica, es que sí me he topado con cuadros que de repente no me gustan y les digo, oye este cuadro en su momento me gustaba mucho, ahorita ya no me gusta, eso significa que ha ido mejorando la técnica, ha ido mejorando bastantes puntos que me hace ver eso al grado de que hay veces que le digo a una persona, oye, te cambio ese cuadro, regrésamelo y te doy uno de los nuevos, pero la persona me dice cómo crees, eso es lo que más vale, porque ya nunca lo vas a volver a hacer, entonces, pues sí me he topado con eso.

También siempre hay una alegría que llegues a un restaurante, que llegues a un lugar, un espacio público, un espacio privado, y te encuentres con una de tus creaciones, o que esté inmersa dentro de colecciones donde hay grandes artistas, pues te motiva.

-Edison, Oaxaca es cuna de muchos artistas. ¿Qué crees que haya en aquel estado que lo hace semillero de gente tan brillante?

Sí, pues mira, mi exposición “Evocación a través del símbolo”, creo que tiene un significado, con lo que me preguntas, ya que para mí, Oaxaca es una ciudad que es evocadora, que te permite crear y entrar en un estado de tranquilidad, de observación, de evocación hacia muchas cuestiones, como la naturaleza, su gente.

Entonces, pues esa es una parte, pero independientemente de eso, yo creo que consciente e inconsciente, también nuestras raíces prehispánicas y nuestras raíces arraigadas en muchos sentidos, pues tenemos esa influencia y esas cargas de una manera natural, porque nuestra gente ha sido artesana, artista, gente trabajadora, y yo creo que esas líneas o esos bagajes, van creando códigos genéticos, a tal grado que se vuelve herencia.

-Hay una obra tuya que me llamó la atención, que se titula “Muerte con oro”, porque lejos de proyectar ese panorama gris, oscuro, de la muerte, la pintaste con colores verde, amarillo, dorado. ¿Por qué decidiste hacerlo así?

Es que también manejo en mi obra la teoría del color y la psicología del color, entonces he leído esas partes, y alguna cuestión que se me ha quedado grabada, dice que todos desde que nacemos hasta que morimos, mantenemos un color, entonces sí hay fluctuaciones, hay variantes, pero siempre somos de un color, entonces yo me dedico a esto, y trato de mantener una gama, entonces muchas veces es más fuerte el concepto que la forma específica que el color, quizás, y a veces pasa lo contrario.

Lo primero que ves o sientes es el color, y después te pones a observar la forma, entonces estamos viciados en esos conceptos, también los cuadros abstractos a veces no representan como una forma específica, pero siempre estamos viendo algo, y son las cosas inconscientes, las cargas que tenemos.

-¿Consideras que es necesario acercar más a la gente de zonas alejadas al arte, la cultura?

Ese punto es muy importante, y yo creo que es parte de la responsabilidad del artista, esa responsabilidad social que tenemos de transmitir, de poder cambiar a las sociedades a través de nuestras creaciones. Me he movido en distintas facetas, tanto como en distintos escenarios, porque trabajamos con galerías privadas, con algunos dealers privados, y también esa parte que tú mencionas la tenemos muy bien planteada, muy bien enfocada, y por eso es que estamos desarrollando distintos proyectos.

En la ciudad de Oaxaca trabajo con una amiga que se llama Yvette Suárez, ella se ha encargado también de hacer un conjunto donde podamos llevar exactamente eso, o descentralizar esa parte, o esas burbujas que se crean en galerías, en centros culturales, o en museos que muchas veces imponen, y la gente no se atreve a meterse.

Ofrecer esta parte que puede transformar a la niñez, que puede transformar a las generaciones, en enseñarles que el arte tiene un gran poder, eso a mí es lo que me sucedió, encausar esas energías, o esas cuestiones en creación.

Hemos expuesto en pueblos como Tlacolula, vamos a ir para Mitla, hemos hecho exposiciones en Etla, entonces, en conjunto con otros compañeros artistas también que compartimos el concepto o esa responsabilidad, pues sí, sí va con esa parte social porque hemos luchado por esa parte, de llevar el arte, de llevar las creaciones a lugares donde muchas veces no llega, o no pensaban que iba a llegar.

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