Cuando pensamos en cambio climático, normalmente se nos viene a la mente lluvias torrenciales o sequías intensas. Pero nunca esperamos que nuestras playas fueran literalmente invadidas por el sargazo. Y lo peor podría ser que, año con año, se incremente el arribo de esta macroalga invasiva en nuestras playas, tal como ha sucedido en los últimos cuatro años, de acuerdo con el boletín de la Secretaría de Marina ante la presencia de sargazo en el caribe mexicano.
Las costas del Caribe mexicano son las más afectadas al recibir estas algas pardas llamada sargazo (Sargassum fluitans y Sargassum natans), provenientes del mar de los Sargazos que se encuentra localizado en el Atlántico norte, o bien, pueden originarse también, desde el sureste del Atlántico, ya sea desde Brasil o África.
La presencia de sargazo en México preocupa porque, mientras las algas se encuentran flotando en el mar, intercambian oxígeno por nitrógeno y fósforo. Con la presencia de esta flora invasiva aumentan los nutrientes del agua marina del lugar, lo cual es una condición no apropiada para el Caribe mexicano.
Las grandes cantidades de esta macroalga, oscurecen el suelo del mar, afectando los corales y demás componentes de ese ecosistema. El sargazo cuando llega a las costas no sólo despide un aroma desagradable que atrae a la fauna nociva como las moscas, sino que puede contaminar el suelo con el alto contenido de metales pesados que ha almacenado previamente. Esta condición definitivamente afecta el equilibrio ecológico de toda la región.
Afortunadamente existen instituciones en México que ya se encuentran realizando investigación básica y aplicada sobre estrategias factibles para utilizar el sargazo en beneficio de nuestra sociedad. Para conocer un poco más al respecto, la Dra. Laura Alicia Paniagua Solar, especialista en Bioenergía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), comenta que ”debemos considerar como un problema grave para los ecosistemas locales. La presencia de sargazo, principalmente para la industria pesquera y el turismo”, y afirma que ”la principal causa que favorece el crecimiento excesivo de esta flora invasiva es la propia actividad humana, al disponer las aguas residuales al mar, sin tratamiento previo”.
Este comentario permite reflexionar acerca de que posiblemente, el problema del sargazo en mares del país ha sido ocasionado por la falta de atención que le hemos dado a la salud de nuestros océanos, además del calentamiento de las aguas, modificación de los vientos y las corrientes marinas producto del cambio climático.
En la BUAP, la Dr. Laura Paniagua ha desarrollado proyectos enfocados en la producción de biogás a partir de residuos orgánicos, y uno de ellos, de interés, es el sargazo que se recolecta en las zonas costeras del Golfo de México. La especialista menciona que existen buenas proyecciones sobre el aprovechamiento del sargazo para producir bioenergéticos, además de otros usos potenciales como son los antibióticos, antioxidantes, compostaje.
De todas las aplicaciones posibles, asegura la investigadora, “la producción de biogás puede ser la mayor aplicación que se le puede encontrar al sargazo. No es una tarea fácil porque el sargazo contiene alto contenido de nitrógeno, además de otros metales pesados absorbidos, que son frecuentes de encontrarse en estas algas marinas debido a la contaminación ambiental. En este caso se requiere del uso de biodigestores y de mezclas de residuos orgánicos para optimizar la producción de biogás”.
Resulta relevante mencionar que en México existen instituciones de educación superior y centros de investigación, en donde se desarrollan metodologías científicas para la obtención de biogás a partir de residuos. Debemos confiar en que, a la brevedad, se desarrollen proyectos que permitan utilizar el sargazo, de forma que podamos considerarlo nuestro aliado, en la producción de biocombustibles que son ampliamente requeridos en nuestro país.
La reflexión final de la Dra. Laura Alicia se centra en “la experiencia que en años recientes hemos vivido con el sargazo, debe hacernos pensar sobre la importancia de limpiar las aguas residuales antes de verterlas al mar, de no desechar basura al agua, de tenerle respeto al medio ambiente. También es un aprendizaje sobre la necesidad de crear nuevas líneas de investigación que permitan anticiparse a los cambios que estamos experimentando. Si queremos prevalecer en este planeta como la especie que somos, tendremos que sacar provecho de todo nuestro conocimiento, para minimizar los efectos del cambio climático y usarlos, en la medida de lo posible, en favor de nuestra sociedad”.
Debemos colaborar de manera conjunta, como sociedad, para limpiar nuestro planeta y de esta forma lograr una sociedad sustentable para las siguientes generaciones. El reto es complejo, sí, pero no imposible. Mientras tanto, esperemos que pronto podamos producir bioenergéticos a partir del sargazo, para minimizar la contribución de dióxido de carbono a la atmósfera del planeta.